Es la primera vez en mucho tiempo que viendo una película siento que los actores están enamorados de verdad. Lo vi en ADELE EXARCHOPULOS, aunque tan solo en una dirección, pero sentir a los dos personajes enamorados de manera real, pues quizá desde LOS AMANTES DEL PONT NEUF de LEOS CARAX, desde LOS PUENTES DE MADISON de CLINT EASTWOOD o desde el CORAZONADA de COPPOLA.
Bueno, pues ha vuelto a suceder la magia. En “la vida real”, BRADLEY COOPER y LADY GAGA no están enamorados, pero estoy seguro que durante el rodaje se enamoraron.
Es imposible que viendo lo que se ve en pantalla no haya sido así.
La película es vibrante. El número final está mal enfocado y mal resuelto, pero no afecta al conjunto. La alquimia ya está disparada.
La banda sonora es fabulosa, con canciones originales compuestas por MARK RONSON (el que hizo el famoso disco de AMY WINEHOUSE) y por varios tops del country.
Jamás me había gustado BRADLEY COOPER como actor, siempre le había visto cara de zariguella. En esta película desprende una humanidad sobrecogedora desde el primer segundo que aparece en pantalla hasta el último. LADY GAGA, llevada de su mano, conecta con la empatía tras la máscara, mira de verdad, siente, se convierte en actriz.
Quiero dos OSCARS para COOPER, uno como actor y otro como director y otro OSCAR para LADY GAGA a mejor actriz. El OSCAR que le dieron a CHER.
En los 30, una estrella de cine hoy en día desconocida, JANET GAYNOR, protagonizó A STAR IS BORN. En los 50, JUDY GARLAND volvió a interpretar ese personaje. Los millennials más jóvenes no saben quién es JUDY GARLAND. El olvido ya es cruel hasta con los inmortales. En los 70 lo volvió a hacer BARBRA STREISAND y hoy LADY GAGA, pero lo más increíble de todo es que aún no ha nacido una chica, una actriz y cantante, que dentro de 30 años va a protagonizar una nueva versión de HA NACIDO UNA ESTRELLA, en el 2050.
¿Cómo será esa chica?
Todo está preparándose para que eso ocurra.