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España España · La Coruña
Voto de Rivas:
6
Serie de TV. Animación. Acción. Aventuras. Romance Serie de TV (2004). 24 episodios. Kouga e Iga eran clanes ninja enfrentados durante más de 400 años. Transcurría la era Keichou (1614 A.D.) cuando Ieyasu, que entonces tenía 73 años, decidió que ya era hora de elegir a su sucesor. Ieyasu dudaba entre sus nietos: Takechiyo, que era mayor pero estúpido, y Kunichiyo, más joven pero inteligente. Para solucionar este dilema, Ieyasu decidió enfrentar a los clanes de Kouga e Iga en una lucha. ... [+]
26 de julio de 2010
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie se presenta muy bien, de hecho los primeros capítulos me agradaron con creces. Se empieza a golpes directamente, en una exhibición de combate ninja entre los clanes Iga y Kouga ante el Shogun Tokugawa. Este, como debe ser medio retrasado, pues decide que la mejor manera para decidir su sucesor al trono, es que cada clan represente a uno de sus dos hijos (Sin que los clanes tengan conocimiento de esto), que ambos escojan 20 guerreros (10 cada clan) y que se maten entre ellos (lo cual agrada a ambos bandos, ya que aunque hay un tratado de paz entre ellos, se llevan, históricamente, peor que perros y gatos). Es aquí cuando el autor decide tomar una página del libro de Shakespeare y dice "Oye, ¿Y si pongo a dos enamorados y que cada uno esté en un bando distinto? Sí, es una idea brillante, como lo peto". Pues ahí vamos, ponemos a Gennosuke, un habilidoso ninja (O samurai, en muchos casos, el autor trata a ambos como si fueran lo mismo, pero siempre usando la palabra ninja), en el bando Kouga y a Oboro, una inocente muchacha (Tan inocente que llega a ser estúpida y cansina como la niña de Hokuto No Ken), en el clan Iga, que además, carece de habilidades ninja (Y pese a eso, la añaden a la lista de los 20 que deberán luchar por cada clan...). El autor además debería simplemente poner a ambos bandos y que el espectador escoja cual le gusta más. Sin embargo, desde el principio el autor decide que los Iga son los malvados desgraciados tramposos (Excepto Oboro, que esa es la única oveja blanca de Iga) y los Kouga los valientes e inteligentes héroes.

En fin, pues lo que más abunda en la serie son los combates. De hecho creo que no hay ni un sólo episodio que carezca de ellos. Y pese a todo, aún cuando el hecho de que todo sean combates pueda sonar repetitivo, he de decir que están llevados de forma sobresaliente, haciendo siempre hincapié en estrategias y artimañas varias, siempre evitando que se vuelva previsible quien será el ganador y quien el perdedor.

En la obra, cada ninja tiene una habilidad distinta. La pena es que de 20 habilidades, no hay ninguna especialmente innovadora, y para colmo, la única que más o menos podría ser interesante para profundizar en ella, no se llega a desarrollar bien en la serie, imagino que se debe a que ni siquiera el autor sabía como hacerlo. Para colmo, hay una habilidad en especial que se hace extremadamente repetitiva, sobre todo llegando al final de la serie. Pero hay más: El carisma de cada personaje se basa precisamente en su habilidad como ninja, lo cual resulta bastante pobre.

Y es precisamente esto, unido a un final previsible y estúpido, que hace que la serie decaiga de sobremanera en lo que debería ser un final épico.

Para finalizar, es una serie entretenida, pero nada más y creo que pese a no estar mal del todo, jamás se la recomendaría a nadie.
Rivas
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