Como ejemplo de escena de asunto sanitario tenemos la deliciosa escena del principio en la que el joven granjero de Michigan (Eastwood) yace en el suelo gravemente herido en un accidente de carreta: "Tiene el hombre y varios huesos rotos. -¿Es usted médico? -Los huesos son los huesos", contesta un veterinario y herrero. Y es que antaño estas dos profesiones estaban íntimamente unidas. Por lo visto también en América. Luego cuando Ben Rumson (Marvin) esta pronunciando la oración fúnebre por el hermano de su futuro socio cita las principales enfermedades que padecían: "Escorbuto, disentería, fiebres palúdicas y otras enfermedades que se contraen con mujerzuelas". También el entablillado que luce el accidentado en la pierna fracturada o la muleta que usa con una rama de -árbol en forma de "Y", la cita a los charlatanes de Nueva Orleans "que te venden una medicina con una mano y con la otra te roban la cartera", la presencia de dentistas ejerciendo de sacamuelas en el mismo saloon, la alusión a la depresión cuando habla de la melancolía de la soledad y, por supuesto, los celos, las manías y la locura que afectan a Rumson obsesionado con las miradas que sus vecinos (400 mineros) dirigen a su esposa y prácticamente única mujer de la ciudad.