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Voto de Lafuente Estefanía:
7
Western. Romance. Drama. Bélico Año 1861, a comienzos de la Guerra de Secesión. Al mismo tiempo que los ejércitos se enfrentan en el campo de batalla, en la retaguardia, los partidarios de la causa sudista practican la guerra de guerrillas. En un lugar de la frontera entre Kansas y Missouri, Jake Roedel y Jack Bull Chiles, dos amigos de la infancia, se unen a un grupo guerrillero. Los actos de crueldad por parte de ambos bandos producirán en los jóvenes una profunda transformación. (FILMAFFINITY) [+]
9 de octubre de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
A este tipo de trabajos se dedicaban a comienzos de la guerra de Secesión varias bandas de auténticos forajidos que, bajo la cobertura de luchar contra la Unión con acciones militares, sembraron el terror y la muerte en la frontera entre Kansas y Missouri. La cinta de Lee atiende precisamente a este momento bélico que describe con minuciosidad y detalle. Se trata por tanto de un western que con rigor y amenidad se ocupa de una de las páginas más negras de aquella contienda. Merece la pena por tanto conocer su entorno histórico.
Como en toda guerra civil, los enfrentamientos entre paisanos armados alcanzarán momentos de extrema violencia. En uno y en otro bando. Comienza la película con la toma de partido de dos jóvenes, Jake Roedel (Maguire) y Jack Bull Chiles (Ulrich), al contemplar y sufrir la violencia asesina de los unionistas. Forman enseguida su propia partida, primero para vengarse y luego para unirse a la de William Clark Quantrill, sin duda la más poderosa de todas.
Una serie de venganzas y de represalias de los nordistas con los rancheros que auxiliaban a las partidas, dará lugar a lo que la historia conocerá con el nombre de "Masacre de Lawrence". En efecto, Quantrill y sus partidarios juraron venganza que cumplieron en la madrugada del 21 de agosto de 1863. Con varios cientos de hombres penetró en la ciudad a sangre y fuego, saqueando e incendiándola y dejando sobre doscientos cadáveres (muchos de niños) que fueron asesinados ante sus propios familiares. Se trató, sin duda, de una de las acciones más violentas de toda la guerra.
La película muestra cómo los dos jóvenes protagonistas, Jake y Jack, poco a poco van perdiendo la inocencia y se habitúan a una violencia muchas veces gratuita e inútil. Saciada la sed inicial de venganza, entienden la esterilidad de la espiral de violencia que sigue y que los arrastra sin remedio. Los ojos observadores de Jake y sus prolongados silencios muestran el rechazo y el desprecio que siente hacia sí y hacia sus compañeros. Es significativo que acabe teniendo a un negro por su principal amigo, Daniel Hall (Wright), un hombre que, paradojas, lucha también a favor de la Confederación. Pero Jake es pesimista sobre el futuro de la guerra y del suyo propio, pues no acepta en absoluto que "Saber escribir no ayuda a sujetar suficientemente el arado o un arma".
Por lo demás, la ambientación, la fotografía, los paisajes o la música son soberbios. Bastante aceptable la interpretación, con excelentes escenas de batallas, cargas y choques de la caballería. Tal vez resulte la obra un poco larga, y eso que se echa de menos la conclusión de ciertas escenas que, como la del solicitado intercambio de prisioneros, quedan colgadas en el aire.
A destacar también el realismo que caracteriza a la película que se extiende también a las escenas médicas. Como consecuencia de los frecuentes tiroteos resultará herido de gravedad Jack, pierde mucha sangre y, una vez en el refugio, se plantean la necesidad de cortar el brazo que amenaza gangrena. Torniquete, lavado con agua caliente, cauterización, palo para morder entre los dientes y amputación casera. A diferencia de lo que nos tienen habituados los westerns en general, el realismo dicta que en esta condiciones es imposible la supervivencia. Como así sucede.
En resumen, una buena e interesante película muy bien hecha cuya visión recomendamos.
Lafuente Estefanía
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