Haz click aquí para copiar la URL
Voto de piensaencines:
6
Aventuras. Drama Judah Ben-Hur (Jack Huston) es un príncipe falsamente acusado de traición por su hermano adoptivo Messala (Toby Kebbell), un oficial del ejército romano. Desposeído de su título y separado de su familia y de la mujer que ama (Nazanin Boniadi), Judah es condenado a la esclavitud en las galeras. Después de varios años, Judah regresa a su tierra natal en busca de venganza, pero encontrará su propia redención. (FILMAFFINITY)
20 de septiembre de 2016
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como mi afición a crearme enemigos es sobradamente conocida, aquí estoy de vuelta para hacerme blanco de vuestras iras.
Reconozco, sin un atisbo de rubor, que el BEN-HUR de William Wyler me ha dejado siempre tan frío, que apenas tengo recuerdo de ella tras verla una y otra vez en mi infancia, y que ya de adulto, me aburrió hasta el punto de tampoco recordar nada de ella más allá de la magnífica carrera de cuadrigas.

Sí, lo grito todo lo alto que haga falta: El BEN-HUR de Wyler me aburre.
Hala, ya está dicho.

De hecho, las pocas imágenes que permanecen en mi recuerdo de esta historia pertenecen a la versión muda de 1925, la cual valoro bastante más.

Realmente hacer una nueva versión de esta historia, con dos clásicos a las espaldas, era del todo innecesario...pero el 99,9% de las películas y series que se producen ahora mismo lo son.

Supongo que las hordas de seguidores del clásico de Wyler sangraban por los ojos incluso antes de ver esta nueva versión de Timur Bekmambetov...es más habrán soltado sapos y culebras por sus bocas incluso sin verla, y se habrán hecho eco de las críticas de esos señores a los que nunca (y digo nunca) hay que hacer caso, que son los críticos de cine.

Poco que me llamaba la atención la historia, poco que el cine actual consigue llevarme a sus salas últimamente, y en parte influenciado por el halo que rodea a la película de descalabro épico, sibilinamente introducido por la crítica, a punto estuve de ahorrarme los euros de la entrada. Por suerte no lo hice.

Vamos a ver, que la película ha sido un fracaso en taquilla: puede, lo cual no la convierte en mala. Recordemos si no cuáles son las películas más taquilleras y cuál es su media de calidad.

Que es una versión innecesaria: puede también.

Pero superada la intrascendencia de este ben-Hur, lo que me encuentro es un péplum absolutamente disfrutable, una serie B dignísima y sobre todo una película absolutamente física e intimista frente a lo que podría haber sido un empacho de grandilocuencia digital.

Es aquí precisamente donde reside el mayor logro de esta revisitación del clásico: lejos de buscar un calco recurre a su propio enfoque de la historia...acertado o no.

Sin entrar en profundidades ni en tragedias épicas, se centra en contarnos la historia de estos dos hermanos de manera sencilla, incluso simplista, y directa. Desde un enfoque casi subjetivo, con decorados reales, con personajes de carne y hueso en vez de píxeles en movimiento y con un sentido de la aventura y del entretenimiento nada desdeñable.

Los personajes son más bien planos (alguno de ellos prescindible y casi caricaturesco), las situaciones previsibles y no deja espacio para la sorpresa. Jesucristo tiene aquí la misma relevancia que un pokemon, Morgan Freeman es Morgan Freeman, Juda tienen menos carisma que Mathew Modine y Mesala fluctúa más que la prima de riesgo. Sin embargo es precisamente cuando asume todo eso y se deja poseer por el espíritu de la serie B más pura, cuando se centra en la aventura sin aspavientos cuando la cinta se hace más disfrutable.

A destacar sobre todo la inteligentísima forma de rodar toda el episodio de las galeras desde un punto de vista subjetivo y claustofóbico, y el dinamismo de la carrera final.

Sin extenderme más, a pesar del lamentable pegote que es el final y de un arranque un poco disperso, Bekmanbetov ha tenido muy claro desde el principio la vocación de entretenimiento sin pretensiones de su versión y no ha querido ir más allá. La ha dotado de ritmo, de cierto carácter propio y se ha permitido incluso reservarse algún momento para alardear de su capacidad de elaborar escenas de acción memorables.
Otra cosa es lo que los productores (esos señores que sólo ven dólares, como el Tío Gilito) nos hayan querido vender, o lo que los "integristas" de la cinefilia hayan querido ver.
Pero insisto, sí: es totalmente prescindible, pero no por ello deja de ser absolutamente disfrutable, y desde luego muy lejos de ser uno de esos remakes vergonzosos y vergonzantes que inundan nuestras retinas e insultan nuestra memoria. Para nada.
piensaencines
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow