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Voto de piensaencines:
3
Drama Historia dramática que recorre 12 años (2002-2013) de la vida de Mason (Ellar Coltrane) de los seis a los dieciocho. Durante este periodo, se producen todo tipo de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, desilusiones y momentos maravillosos. Un viaje íntimo y basado en la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo. (FILMAFFINITY) [+]
17 de septiembre de 2014
184 de 296 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imagínate que te invitan una tarde a casa de un amigo. De repente te sacan un álbum de fotos. No pasa nada, incluso te apetece ojearlo. Empiezas a ver fotos de tu amigo. Del colegio. De sus padres. De sus hermanos. De sus primos. De su comunión...todo acompañado de un buen café y una buena charla. Alguna risa. Un ambiente agradable, familiar...todo perfecto.
Ves que se va terminando el álbum, en el fondo te sientes hasta aliviado. De repente aparece tu amigo con 11 álbumes más. Se te cae el mundo encima: más colegio, los "scouts", el instituto, el pueblo, el viaje de fin de curso, más tíos, primos y hasta una tía abuela de cuenca que vino al entierro de una prima segunda de la cuñada de su padre...aún quedan 5 álbumes más. Tú rezando por que suene el teléfono, o haya un terremoto o una catástrofe nuclear...algo que te saque de allí. Miras el reloj. Sólo han trascurrido cinco minutos desde la última vez que lo hiciste. Antes de abrir el último álbum, aparece el padre de tu amigo con el vídeo de la comunión, de su boda, del bautizo de la sobrina,...y los de todos y cada uno de los cumpleaños de tu amigo.
Notas que empieza a brotar un ataque de ansiedad. Empiezas a pensar que no sales vivo de allí, o al menos cuerdo, pero sobrevives, y mucho rato después, de repente, acaba la tortura. Así, sin más.
Si eres capaz de imaginarte eso, puedes hacerte una idea de lo que te espera con "BOYHOOD", porque la sensación es la misma.

Pongamos las cosas en su sitio. El cine es ante todo una industria, y como tal elabora productos. Los productos van dirigidos a un tipo de público específico, el "target", y en función de ese "target" la elaboración, acabado y presentación es una u otra.

Así, tenemos "Los Vengadores", que van a un tipo de público, "Shame", que va para otro, "12 años de esclavitud", o "los pitufos", o "Torrente", o "Crepúsculo", o "Viernes 13 3D"...todos ellos productos, destinados ya sea a fans de la Marvel, o críticos vendidos, o gafapastas, o padres con niños, o poligoneros, o adolescentas, o fans del terror de consumo...

Hay consumidores de todos los tipos, y la gran mayoría, de las películas, por no decir todas, son eso: productos destinados a ese tipo de consumidor. De vez en cuando, el producto trasciende su "target" y su naturaleza industrial y se convierte en un proyecto personal y/o una obra de arte. Pero eso sucede con menos frecuencia de lo que nos gustaría, ya que la mayoría de los directores ejercen más labores de supervisores de cadena de montaje que de diseñadores y creativos.

BOYHOOD, sintiéndolo mucho, no trasciende la categoría de producto. Un producto barnizado de obra independiente y original, que sólo puede interesar a un público estadounidense y a una horda de críticos que sólo gustan cierto tipo de cine. Bueno, también a "hipsters" y consumidores de falso cine independiente.

La ÚNICA originalidad de "Boyhood", y lo que nos ha llevado a la mayoría de simples mortales a las salas de cine, es haber sido rodada en 12 años (aunque en sólo 39 días de rodaje). Eso vale como experimento y apuesta personal, pero en sí mismo no es garantía de nada. Es más, si lo que perseguía su, en ocasiones interesante y crítico (aunque irregular) director, Richard Linklater, era conseguir verosimilitud al relatar la vida de un niño (y su desestructurada familia) desde los 6 años a su mayoría de edad; vale, lo ha conseguido. Pero igualmente lo habría logrado con maquillaje y actores de distintas edades...y una narrativa más interesante. Volvemos al concepto de "verosimilitud".

Insisto: "Boyhood" no es original. Es una película de tópicos. Es como el "cuéntame" español trasladado a la Norteamérica post 11-S. Lo que narra es exactamente lo que reza el subtítulo español: "Momentos de una vida". Pero de una vida del otro lado del charco. Totalmente ajena a nuestra cultura a pesar de haberla mamado una y mil veces a través del cine y la televisión originarios de allí.

Tampoco es "trascendente". La trascendencia no se impone, ni se prevé, ni se compra, ni se supone...se gana con el tiempo.

Son casi tres horas interminables de escenas, a veces inconexas, y muchas otras veces (demasiadas) irrelevantes, que narran, como si fuesen esos álbumes de fotografías a que hacía referencia antes, momentos de la vida de ese chico, quizás intentando hacer un retrato de toda una sociedad.

Sea cual sea su intención, lo hace a golpe de tópico. Desde la madre coraje, el padre despreocupado e irresponsable, pasando por el machista maltratador, el idealista fracasado por culpa de la guerra de Irak y el 11-S, el adolescente automarginado, el "síndrome del nido vacío"...y así hasta completar todos y cada uno de los tópicos que constituyen (supongo o espero) la vida cotidiana de la familia media norteamericana. Todo es puro tópico.

Y el caso es que durante un buen rato funciona. Funciona y entretiene, y engancha e interesa...pero a partir de aproximadamente la mitad de la película, ya tienes toda la información que necesitas y cualquier espectador avispado es capaz de montarse el resto de la historia en su cabeza. La casi hora y media restante se convierte en una sucesión de diapositivas más o menos atrayentes, mejor o peor enfocadas, que no forman un todo y que no cuentan ni aportan nada.

Con este abrumador exceso de metraje y falta de autocensura sólo consigue (hablo siempre por mi) diluir la historia y su intención, aburrir, desinteresar y malograr todo el conjunto.

Una lástima, porque hay escenas magníficas. Casi todas ellas con la presencia de Patricia Arquette y/o Ethan Hawke que están sublimes y son los únicos que hacen soportable la tortura. De vez en cuando también se dejan ver destellos de la genialidad, crítica y mala leche con que este autor nos obsequió en "fast food Nation", o "A Scanner Darkly" o "Antes del Atardecer". Pero al final, el exceso convierte el conjunto en tedio y repetición, que son quienes ganan la batalla.
piensaencines
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