Liberación. Esa es la clave para comprender y apreciar este impresionante anime. Digámoslo de una buena vez: Adolescentes o pervertidos abstenerse de ver esta serie. Claramente está orientada a un público mucho más adulto, no por contener escenas sexuales o de tipo “gore” sino por los complejos tintes de thriller psicológico que contiene. La historia gira en torno a un joven adolescente quien monta unos patines dorados y porta un bate metálico del mismo color con el que golpea a diversas personas en un intento de “liberarlas” de diversas angustias. Sé que leyéndolo de esta manera no suena muy coherente pero entender cuál es la naturaleza de este personaje es la principal virtud de la serie.

¿Quién o qué es el muchacho del bate? Podríamos decir que es lo menos importante de la historia, lo verdaderamente valioso es comprender la razón por la cual aparece en la vida de ciertas personas. Algunas páginas en internet explican que la serie presenta una fuerte crítica a la sociedad nipona que absorbe la tranquilidad y la estabilidad emocional de sus ciudadanos engulléndolos en un sistema cada vez más depravado, deshumanizado y tensionante. Aunque esta animación está centrada en la sociedad japonesa, principalmente en Tokio, es un reflejo de la sociedad evidente en cualquier otro grupo humano decadente, de cualquier metrópoli, en cualquier país. Un consejo, considérese afortunado o afortunada si conoce algo sobre García Márquez y el Realismo Mágico, le será de mucha utilidad a la hora de ver esta obra. Muy llamativa.