Yo siempre he detestado las comedias románticas, y supongo que como antítesis a este hecho he terminado por amar los dramas románticos. Pues dentro de estas últimas, puede y debe encajarse "Stockholm", la penúltima joya que he descubierto. Con la diferencia de que la película de Rodrigo Sorogoyen te ofrece un dos por uno, comienza siendo comedia y termina siendo drama.
"Stockholm" nos narra las etapas por las que atraviesa toda relación a lo largo de los años, solo que los protagonistas del film lo viven en menos de veinticuatro horas. Comenzamos con la indiferencia que atrae, luego viene la fase de mariposas en el estómago, para llegar al clímax tan deseado, y finalmente acabada la resaca acabado el amor. Todo ello con un duelo interpretativo entre Javier Pereira y Aura Garrido espectacular, casi como si de un wéstern se tratara. Y por si eso no fuera poco, la cinta ofrece un desenlace diferente y radical; de esos que, gusten o no, da para un buen rato de coloquio.
Definitivamente "Stockholm" es de esos trabajos en los que lo que más cuesta es descubrirlos. Luego, una vez visionado es muy difícil no rendirse ante él.