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Voto de Isaac Paskual:
10
Drama Un matrimonio con tres hijos vive en una mansión en las afueras de una ciudad. Los chicos, que nunca han salido de casa, son educados según los métodos que sus padres juzgan más apropiados y sin recibir ninguna influencia del exterior. Creen que los aviones son juguetes o que el mar es un tipo de silla forrada de cuero. La única persona que puede entrar en la casa es Christine, guardia de seguridad en la fábrica del padre. (FILMAFFINITY) [+]
19 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Canino” te perturba, te incomoda, te extraña, te inquieta, te descoloca, te estremece, te hace reír y que te avergüences por ello. Yorgos Lanthimos se queda contigo y no puedes hacer otra cosa que no sea mirar atónito y prendado como lo hace, a pesar de que tu subconsciente quiere apartar la vista. Y lo mejor es que, mientras el cineasta griego hace todo lo anterior, te endosa una sólida ración de dobles lecturas y mensajes que dan enjundia al producto. “Canino” puede alcanzar perfectamente cotas de experimento. Aunque de lo que no tengo ninguna duda es de que la cinta corona sin problemas la cima de las obras maestras. ¡Yorgos Lanthimos es Dios y esta peli son sus tablas de la ley! A partir de hoy me posiciono absolutamente a favor del cineasta y por descontado que seguiré ahondando con gusto en su filmografía.
Les seré honesto, es mejor enfrentarse al film sabiendo lo menos posible de su trama y, a partir de ahí, dejarse llevar. Y es que, a pesar de lo insólito de su sinopsis no cuesta absolutamente nada entrar en la cinta, y mucho menos mantenerse en ella. A partir de ahí se desarrollan noventa minutos que te paralizan, literalmente, con una historia que navega en todo momento por los mares del absurdo más dramático. Las dobles lecturas de “Canino” son interesantísimas, tanto las colocadas a posta por Lanthimos como las que pueda ver cada espectador. De boca del propio director el film es un fiel reflejo del fin de la familia tradicional al tiempo que nos ejemplifica como seguimos a ciegas y como borregos al primer autoproclamado líder que surge, tanto en lo político como en lo social. A ese fondo podemos añadirle un evidente grito de alerta sobre el nulo papel que ha tenido la mujer en la sociedad durante demasiado tiempo a la vez que ejemplifica lo mucho que cuesta construir algo y lo poco que lleva derribarlo. Y se podría seguir hallando mensajes, puede haber tantos como espectadores en este film de esqueleto disparatado pero de interior sobradamente inteligente.
Párrafo aparte merece el Yorgos Lanthimos director. Desde la austeridad visual y estilística que demuestra, rozando casi el homemade, nos topamos de bruces con un cineasta que recuerda mucho a Stanley Kubrick en lo provocador de las imágenes. También evoca a Michael Haneke en esa violenta incomodidad que genera en el espectador. Viendo “Canino” tenia sentimientos encontrados, por una parte estaba deseando que terminase para limpiarme de ella pero por otra parte quería que durase más fruto de la sugestión que genera.
En resumidas cuentas, “Canino” me ha maravillado. No la vi en su momento por no considerarme preparado para ella, y hoy para nada me arrepiento de aquella decisión. Casi han pasado diez años desde su estreno y siento que era el instante preciso para verla. ¡Absoluta obra maestra!
Isaac Paskual
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