Muchos hablan de una nueva edad de oro del cine de terror, la cual, supuestamente, estamos viviendo en los últimos años. Yo, como aficionado y defensor a ultranza del género, no lo veo como tal. Más bien creo que es un nuevo acercamiento del terror a cotas más dramáticas y trascendentes bajo un único pretexto, atraer para la causa a todos esos insensatos descreídos que se toman a chufla el horror. Y bueno, creo que la treta está funcionando bastante bien, siendo la distribuidora A24 la máxima representante de este movimiento. El terror, siempre en constante evolución. "Hereditary" es el mejor exponente, a día de hoy, de esa reciente oleada de dramas de terror; gustará al devoto y atraerá al ateo.
El debutante en el largometraje Ari Aster se bautiza por todo lo grande con "Hereditary", entregando un film: perturbador y de grandiosa atmósfera viciada, complejo en las cotas dramáticas que alcanza, arriesgado en su desarrollo, tenso e inesperado por momentos, y muy desconcertante. Todo ello apoyado en unas interpretaciones fabulosas, mediante las que Aster demuestra más mano firme aún. Lo de Toni Collette es de órdago, aunque por desgracia en la temporada de premios ya nadie se acordará de ella, les será más fácil meter a Meryl Streep por millonésima vez. Y los tres miembros restantes de la familia Graham también se salen. La debutante Milly Shapiro se queda grabada a fuego en tu mente, Alex Wolff brutal también creciendo mucho a lo largo de la película, y Gabriel Byrne sólido como estupendo contrapunto "normal" de la familia.
Argumentalmente "Hereditary" es como una olla de garbanzos, necesita de un tranquilo y largo cocinado, lo que para mí es quizás su mayor defecto, esas dos horas de metraje pueden hacerse algo largas. Ari Aster se toma su historia con mucha calma, y entrar en ese juego no es tan sencillo. Narrativamente es un portento, el realizador de New York no rehuye en ningún momento tomar decisiones arriesgadas en beneficio de un mayor impacto en el espectador, y acierta. "Hereditary" no transita el camino fácil, y se agradece. Su tercer acto es tremendo, culminado con una escena final que te tendrá pensando en la peli largo tiempo hasta atar todos sus cabos. También diré que al film un segundo visionado le va de perlas, aunque el factor sorpresa desaparecerá bastante, por desgracia.
Lo dicho, "Hereditary" no es de las mejores pelis de terror del año, es de las mejores pelis del año, en general. Ari Aster demuestra personalidad y referentes en un film que no es redondo, pero se acerca mucho; y de esos que, con reposo, gana muchos enteros.