A mí me ha encantado. Sólo por la fotografía merece la pena. Además de la crítica feroz al sistema capitalista Chino que avanza a pasos agigantados con superproducciones hollywoodianas megalómanas.
Esta pequeña joyita fue rodada durante 6 meses al tiempo que un documental del director sobre la presa de las tres gargantas. El director se encerró durante 3 dias y teatralizó cómo veía la película, mientras su asistente tomaba notas. Y ese fué el guión.
La película es de esas mal denominadas "lentas", y por culpa del cine estandar al que estamos acostumbrados, quizá llegue momentos en los que lleguemos a bostezar, a aburrirnos.
Pero eso no importa, lo importante es que perdura en la memoria. Y digo yo: ¿qué es mejor? ¿disfrutar a tope una película que luego olvidaremos inmediatamente, o ver una película de disfrute más pausado y sosegado, que luego permanecerá en el recuerdo? ¿Qué somos: el presente, o nuestra memoria?
Ahí queda eso.