¿Sabes ese típico día que estás aburrido en casa sin saber que hacer? ¿Ese día que decides ponerte una película por hacer algo? ¿Ese día que no quieres ver una película que de verdad tienes ganas de ver por que no estás centrado? ¿Ese día que te ves que tienes una película de la que te acuerdas que una vez alguien te habló bien, pero que no sabes de quien es, quien actúa, ni siquiera sabes de que va? ¿Y que cuando acaba la película te das cuenta de que acabas de ver una pequeña maravilla, una película agradable (muy agradable) y que lo agradable es bueno? Pues eso me acaba de pasar con "Olvídate de mi"