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Voto de GonzaloyGracias:
7
Drama. Comedia Daniel Mantovani, escritor argentino galardonado con el Premio Nobel de Literatura, hace cuarenta años abandonó su pueblo y partió hacia Europa, donde triunfó escribiendo sobre su localidad natal, Salas, y sus personajes. En el pico de su carrera, el alcalde de Salas le invita para nombrarle "Ciudadano Ilustre" del mismo, y Montavani, contra todo pronóstico, decide cancelar su apretada agenda y aceptar la invitación. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ciudadano ilustre de Gastón Duprat y Mariano Cohn, obtuvo la Espiga de Plata, el premio “Miguel Delibes” al Mejor Guion y, casi, obtuvo el Premio del Público en la SEMINCI de Valladolid. La película es una sátira bastante atroz, sumamente divertida, y llena de golpes de un humor negro e inteligente. El actor protagonista, Óscar Martínez, sería un probable premio Nobel de “Interpretación”, si este existiera.
Un novelista famoso, argentino, y algo misántropo, Premio Nobel de Literatura, piensa, y así lo expresa en su discurso de aceptación, que si le han concedido el Nobel es porque ya lo consideran un escritor domesticado. Con este espíritu decide que la única invitación que va a aceptar, motivada por su premio, es la que le han enviado desde su pueblo natal al que, por cierto, no ha regresado desde hace cuarenta años.
Su pueblo es, además, el territorio mítico-satírico en el que ha situado todas sus novelas. Lo que en principio es la historia de un homenaje perpetuo de las autoridades locales y de los vecinos a su insigne paisano, acaba convertido en un esperpento peligroso -para el escritor- cuando este demuestre y se demuestre que su presunta “domesticación” sigue siendo incompatible con aguantar algunas corruptelas -dar un premio de pintura a un caciquillo local-, además de los pertinentes ajuntes de cuentas de algunos conciudadanos que se consideran aludidos en sus obras.
Te pueden dar el Nobel, pero eso nunca impedirá que no seas profeta en tu tierra y que tu vida pueda correr peligro en manos de tus paisanos. A ratos desternillantes, a ratos amarga, cuenta con un guion muy ingenioso que sabe dosificar el ritmo de los golpes de humor. La llegada al pueblo es inolvidable. Un estimadísimo amigo cinéfilo piensa que hay fallos en la puesta de escena de este gran guion. Véanla y luego hablamos.
GonzaloyGracias
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