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España España · www.elotrofanboy.com
Voto de Blanch:
8
7,1
51.983
Animación. Fantástico. Terror Basada en una novela de Neil Gaiman, narra la historia de una niña que, al atravesar una pared de su casa, encuentra una versión mejorada de su vida: sus padres son más considerados con ella, pero la las sensaciones maravillosas darán paso al miedo y a la angustia. (FILMAFFINITY)
15 de junio de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca ha quedado del todo claro quién tenía más mérito en esa joya del séptimo arte titulada Pesadilla antes de Navidad: si Tim Burton en tareas de productor y creador de la historia o Henry Selick como director. Puede que a Selick no le sentara del todo bien que todo el mundo de por hecho que Burton es el director de su película, pero por fin le ha llegado el momento de desquitarse con Los mundos de Coraline, película en la que demuestra que aunque en términos estéticos comparte un gusto por el estilo gótico y sombrío con el director de Sweeney Todd, él solito sabe hacer cine con mayúsculas sin ser su sombra.

Selick vuelve a rodar en stop-motion, esforzada forma de rodar películas donde las haya, perfeccionando la técnica utilizada en Pesadilla antes de Navidad dotando a la cinta de múltiples y laboriosos movimientos de cámara, personajes con mayor expresividad y libertad de movimientos e imaginativos decorados que impregnan la película de un toque artesanal que se ha perdido en el cine de animación desde que todo se realiza por ordenador. Además, es la primera película stop-motion rodada en 3D, por lo que los que puedan disfrutar de la cinta en una sala donde se aproveche esta particularidad disfrutarán aún más si cabe con el fantástico mundo creado por Selick con la inestimable ayuda de Neil Gaiman, el autor de la novela en la que se basa el film.

Afortunadamente, la historia de Los mundos de Coraline no está subordinada a la técnica del 3D y no al revés como pasó con Monstruos contra Alienígenas. La película indaga en las miedos y temores de los niños sin ningún tipo de miramientos, tal es así que algunas escenas son verdaderamente espeluznantes, pero al mismo tiempo rebosantes de una increíble belleza e imaginación. Todos los personajes tienen encanto y gracia; Coraline no es la típica niña cargante, es muy sencillo simpatizar con ella mientras descubres a través de sus ojos el sorprendente mundo que hay escondido en su casa. Mención especial merecen las dos vecinas, dos ancianas lunáticas con una especial dedicación a los perros y a la adivinación, ejerciendo como el bálsamo cómico de la historia.

A pesar de su apariencia infantil, la película está en el mismo punto intermedio en el que se encuentra Coraline en esta historia: demasiado madura para su edad, demasiado joven para ser adulta. Por eso es apta sólo para pequeños valientes y para mayores que no hayan olvidado lo que supone ser un niño. Pero de lo que no hay duda es que al igual que su hermana mayor Pesadilla antes de Navidad se va convertir en un clásico. Y si no al tiempo.
Blanch
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