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Voto de Ford Farleine:
8
Comedia. Drama Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. ... [+]
5 de junio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es verdad. Lo reconozco. Scorsese nunca se fue del todo porque, aunque “La invención de Hugo” era un poco tostón y no pega mucho con el resto de sus trabajos, era una película que tenía sus cosas. Era demasiado blandengue para un tipo como Scorsese, la verdad. Pero bueno, ahora ha vuelto con su película más desfasada, lisérgica, exagerada y extrema. En esta ocasión, se olvida de los violentos ambientes mafiosos para contarnos la historia de Jordan Belfort, un bróker de Wall Street que se hizo insultantemente rico a base de engañar a pobres incautos que confiaron en él para llevar sus inversiones blanqueando dinero. Para ello, crea muchos paralelismos entre la mafia y la empresa de Belfort: los códigos de amistad y lealtad, el auge, la persecución policial, el desfase con las drogas, el lujo, ese ansia de vivir una vida llena de lujos, el poder… pero lo que diferencia a esta película de otras del maestro Scorsese es el tono.
Aquí es donde está la verdadera innovación de Scorsese, en que consigue dar con el tono exacto que requiere la película: no es una comedia, porque maldita la gracia que tiene que un tiburón se quede con todos tus ahorros, pero tampoco es un drama. La película se parece más al esperpento, porque Scorsese ha debido pensar que no hay mejor forma que contar todos los disparates, excesos y desvaríos perpetrados por el protagonista y su pléyade de amigotes que a través del delirio y la exuberancia, mezclando escenas que son verdaderamente trágicas, que influyen en la vida de miles de personas con pasajes simplemente grotescos. La excentricidad reflejada como pocas veces se ha hecho antes, quizás se deba a que el propio Scorsese se ha debido de correr sus buenas juergas locas y sabe de lo que habla. Y todo ello rodado con el talento con el que nos tiene acostumbrados Scorsese: planos largos, montaje rápido cuando conviene, flashbacks, voces en off… Todo para y por la historia.
Aparte de esto, hay que destacar el trabajo de todo el reparto, empezando por Matthew McCounaghey, genial en su aparición, siguiendo por Jonah Hill, aunque a mí no me parece un buen actor y terminando por el gran Di Caprio que es ya el mejor actor de su generación y que cada menosprecio que sufre por parte de la Academia agiganta la que será su leyenda, porque va a pasar a la historia como uno de los grandes. Fijo.
Para mí, la mejor película de su año.
Ford Farleine
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