Es una película tan llena de estereotipos que sucede que curiosamente, la que es para mí la mejor escena de todas, es aquella en la que se rompen los clichés: me refiero al intento de beso de despedida-épico frustrado. Una escena que humaniza y hace reales unos personajes que el resto del largometraje producen la misma empatía que un melón al sol. ¿Nadie se ha quedado con ganas de saber si los padres se divorcian al final? Esa pedazo de trama sin rematar huele a secuela. Jurassic World 2: te casaste, la cagaste.

Voy a mentar algunas de las incoherencias. Por ejemplo, que el dinosaurio tenga un localizador y no se les ocurra comprobar dónde está antes de entrar en la jaula. O que el tipo obsesionado con utilizar a los velocirraptores en una guerra le diga al tipo que entrena a los velocirraptores que eso va a suceder, con o sin él: ¿alguien me explica cómo es posible que vaya a a suceder sin el único que los controla? O lo de los tacones all day long. O que tengamos que inventarnos en mitad de la trama que los niños son unos dioses de la mecánica. O que qué más da lo que le pase al negro que está a punto de morir, a quién le importa el puto negro. Por no hablar del complejo entramado de empresas, incluyendo organizaciones paramilitares, que controlan la isla: tan complejo que ni siquiera el millonario que paga sabe qué es lo que ha pagado. Y así, a base de meter situaciones inverosímiles, llegamos al clímax final, y acabamos con un T-Rex y un velocirraptor sueltos, de noche, en espera de que los barcos de rescate lleguen al día siguiente (fruto de un deficiente sistema de evacuación), y el único tipo que queda donde la sala de seguridad, decide que ya está bien, que todo está solucionado, que el T-Rex suelto mola, que ha muerto el dino malo y chimpún, fundido en negro y a tomar por culo, que aquí no has venido a ver una película coherente, aquí has venido a ver dinosaurios chulos y cositas que te recuerden la película que te gustó tanto en la infancia, porque en realidad eso es lo que esperabas ver y a esto no se le puede pedir más.

Para acabar me gustaría recordar la escena en la que el científico explica al millonario que la culpa de que todo vaya mal es por sus exigencias, por haberle pedido un dinosaurio más grande, con más dientes y "cooler" (V.O.), momento que parece ser la forma velada en la que el guionista se intenta excusar con el público: si esta peli sale mal es porque yo he hecho lo que me han pedido, ahora no me vengáis con quejas.