No es por dármelas de listo, pero me lo veía venir. Me refiero a la novela original 'Basada en hechos reales' (Ed. Anagrama), que Polanski emplea oportunamente como excusa para no tener que jubilarse, y de la que en su momento, como lector, ya intuí dos cosas: la condición esquizoide e intangible -dejémoslo así, para no destripar- de uno de sus personajes, y que algún dia este material literario sería la herramienta apropiada para traer nuevamente de vuelta al realizador de 'Repulsión' y 'La semilla del diablo', o en su defecto, a un David Cronenberg o Paul Verhoeven. Acerté de pleno en ambos casos. Al final la adaptación fue asignada al primer nombre en mi lista de candidatos, y no solo sirve para mantenerle alejado del retiro profesional, sino que Polanski sabe además cómo despistar -no pude decir lo mismo de su autora, Delphine Devigan- para mantener oculta la naturaleza real de esa groupie literófaga encarnada por Eva Green, estando ahí pero sin estar. No digo más. Ya lo entenderéis.
Para abordar su primera película enfocada, de forma exclusiva, sobre una relación de amor/odio entre dos mujeres, Polanski aboga por ir a lo seguro y cuenta con los servicios (como guionista) del realizador que mejor ha plasmado esa simbiosis en una producción reciente, Olivier Assayas ('Viaje a Sils Maria').
Emmanuelle Seigner, mientras tanto, sigue a lo suyo, dotada si cabe con algo más de su habitual dualidad intrínseca entre fragilidad y fortaleza, con esos mohínes torturados que, tras más de 30 años de carrera, ya asimilamos como marca de la casa. Si a Roman Polanski sigue fascinándole la forma en que su musa, al cabo de tres décadas, aparenta estar siempre con los nervios a punto de romperse, no seré yo quien le lleve la contraria. No debe ser fácil hacer siempre lo mismo, y sin embargo, continuar resultando tan ambigua, magnética e intrigante como en 'Frenético' (1987, Roman Polanski). En ese sentido, Eva Green sigue sus pasos, y es su alumna más aventajada. Me pregunto por qué habrán tardado tanto tiempo en coincidir estos tres.