Tres mujeres: Virginia Wolff, casada con Leonard tratando de concentrarse en Richmond en la escritura de una de sus novelas más conocidas “ la Señora Dalloway” un lugar de descanso que la mantiene en reposo mental de la sofocante Londres .
Laura Brown en un barrio redencial estadounidense en los años 50 casada y con un hijito de 6 años llamado Richard, en la que todo parece funcionar de maravilla, pero dentro suyo no, como le ocurría a la señora Dalloway del libro, que estaba organizando una fiesta, pero en su interior sentía que su vida carecía de sentido.
Clarissa Vaughan en los años 2002 en New York que vive con Sally pero sigue “ pegada” de alguna forma a un amor de su adolescencia, con el que compartió vacaciones grupales, y tuvo su noche de verano romántica con él, que siempre la llamó “señora Dalloway” lo que le produce una especie de “hechizo” que la hace recordar la pasión de sus momentos de juventud y que aún está viva, a pesar de tener una hija y convivir con su amiga Sally.
Richard Brown un escritor enfermo de Sida al que ella cuida todos los días, aún cuando el amante que convivió con él lo dejó hace mucho tiempo .
Es difícil trasmitir con palabras lo que esta película hace sentir al espectador,Si , estoy segura que en muchos tramos cualquier mujer se puede sentir identificada.
La siempre optimista Clarissa que está preparando una fiesta y manifiesta ¡ Qué hermosa mañana! y sale a comprar flores para los preparativos de su fiesta en honor a Richard y las que le llevaría de regalo como rutina,
La siempre conflictuada Virginia, con un esposo devoto, inteligente y comprensivo de los problemas que la aquejaban, ( de hecho así lo manifiestan las biografías escritas sobre el matrimonio). y con la amenaza de su extinción por dos intentos de suicidio previos, amenaza que se cernía sobre ambos, ya que para Virginia no querer vivir más también era una amenaza.
Laura Brown, que ya anciana , luego del suicidio de su hijo Richard, el escritor enfermo de sida que fue abandonado por su madre de pequeño le confiesa a Clarissa que era terrible sobrevivir a toda la familia, ya que era la única que quedaba viva y que tuvo que abandonar su hogar y a sus hijos porque era cuestión de vida o muerte, “ ella se sentía que no encajaba”.
Esta película está cargada de reflexiones que son verdades universales que nadie puede refutar, en un diálogo Richard le dice a Clarissa que habia querido ser un gran escritor pero que habia fallado, ya que no se consideraba brillante, y luego dice “ lo queremos todo” maldito orgullo..
Ed Harris en su composición del personaje de Richard, superlativo..
Virginia ya hacia el final, le dice a Leonard tenemos que mirar la vida a la cara, conocerla y amarla por lo que es y acomodarla.