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España España · Madrid
Voto de Eduargil:
7
Bélico El 9 de abril de 1940, los soldados alemanes llegan a la ciudad de Oslo. El rey de Noruega se enfrenta entonces a un dilema que podría cambiar para siempre la historia de su país. (FILMAFFINITY)
3 de agosto de 2017
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película describe muy bien cómo la familia real y los ministros escapan en un tren especial hacia Hamar, la forma en que la familia se ve obligada a separarse y cómo un gobierno prácticamente inoperante que intenta trazar una linea de negociación ineficaz con los alemanes, ve al rey como un auténtico líder. De hecho, el propio Führer, conocedor del carisma y capacidad de liderazgo del monarca, solo considera a Haakon VII como interlocutor válido en la negociación. El rey guiado por su profundo sentido de Estado y del deber, su gran capacidad de sacrificio y firmemente decidido a salvaguardar las instituciones democráticas y la dignidad de su país, toma la decisión mas osada y valiente a la vez, Noruega resistirá. Sin embargo, primero le dice a Curt Bräuer, que su país es una democracia y no una dictadura, cuya soberanía reside en el pueblo, por lo que no puede decidir a solas por los noruegos, y a continuación, comunica al gobierno que no puede ceder a las exigencias planteadas por los alemanes y que deben de ser ellos como representantes del pueblo los que tomen tal decisión, sin embargo, avisa de que si se rinden a los alemanes, él y su familia abdicarán.

Cuando Haakon VII murió en 1957 a la edad de 85 años, la simpatía y la popularidad del monarca entre la población era abrumadora. La monarquía en Noruega, sobre todo después de las acciones que tuvieron lugar en abril de 1940, es muy especial para los noruegos porque ha sido elegida por el pueblo. A pesar de que el rey puede nombrar y destituir gobiernos y estar en teoría por encima de la ley, tiene un mero papel representativo como vemos en la película. La actitud y decisión de Haakon VII supuso poner el bienestar de su pueblo por encima de la suya propia, no interferir en los asuntos de Estado, convertirse en un símbolo de la resistencia contra la ocupación nazi, y lo que es más importante, convertir a la monarquía en un icono unificador del pueblo noruego.

Es importante resaltar que La Decisión del Rey es un drama histórico y no una película bélica. Nadie espere una típica película de guerra llena de acción ya que Erik Poppe se centra en el diálogo y la diplomacia, con numerosas escenas filmadas en las salas de estar de la familia, en las oficinas gubernamentales y en los bosques nevados. Los realizadores dejan muy claro en los créditos, que La Decisión del Rey está inspirada en el libro de Alf R. Jacobsen, sobre los dramáticos acontecimientos vividos por la familia real en su salida de Oslo en 1940, por lo que la trama es ficticia aunque muy cercana a la realidad y basada en hechos históricos.

Las pocas escenas de batalla existentes en la película están muy bien realizadas. En La Decisión del Rey tan solo veremos dos secuencias de acción importantes, el mencionado ataque a la flota alemana y un tiroteo intenso en una zona de granjas a las afueras de Elverum, donde la Guardia Real Noruega con el apoyo de granjeros, jóvenes y cazadores de la zona, consigue parar los pies a los alemanes. Este ataque rodado magníficamente de noche, cámara en mano, en un espectacular ambiente nevado, consigue transmitir gran realismo y una sensación de agitación constante. Debemos tener en cuenta que, Noruega al ser un país neutral, su ejército no poseía armas de carácter ofensivo como granadas de mano para ser utilizadas en el asalto de trincheras enemigas e incluso la mayoría de su equipo estaba anticuado, por lo tanto el ejército noruego se centró solo en la defensa con rifles y ametralladoras.

Lo más interesante de La Decisión del Rey, sin lugar a dudas, son los abundantes diálogos entre el rey, Jesper Christensen, y su hijo, el príncipe Olav, interpretado por Anders Christiansen Baasmo a lo largo de todo el metraje. A pesar de las continuas discrepancias y diferencias existentes entre ambos, sienten un gran respeto y amor mutuo. Sus percepciones acerca de la guerra, la nación y el papel del rey son muy diferentes. El príncipe refleja un carácter impaciente y apresurado, además, su formación militar influye en sus decisiones, siempre encaminadas a rechazar todas las reclamaciones alemanas, mientras que el monarca, es una persona pragmática y con una importante formación humanista. La interacción entre Anders Baasmo Christiansen y Jesper Christensen es excepcional y la sensibilidad mostrada por Erik Poppe, para representar el antagonismo existente entre padre e hijo, entre la prudencia de la edad y el ímpetu de la juventud es uno de los puntos fuertes de la película. A destacar también, la interpretación del actor austriaco Karl Markovics (El Gran Hotel Budapest, Los Falsificadores) por su brillante papel de un embajador alemán que, a pesar de estar luchando en una batalla perdida, no renuncia nunca a conseguir un acuerdo diplomático para evitar la guerra.

El desarrollo narrativo de la historia depende de continuos intertítulos, encargados de identificar fecha, lugar y hora de los acontecimientos, muy necesarios para situar al espectador, sin embargo, al presentarse como un corte negro, rompe el ritmo de la película y, quizás, se podía haber evitado colocándolos en las mismas escenas.

Cinemagavia: https://cinemagavia.es/pelicula-critica-la-decision-del-rey/
Eduargil
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