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Voto de MarcoMadrid:
6
7,0
3.645
Comedia. Romance. Drama
Un empresario conoce a una actriz que es amiga de una camarera, la cual conoce a un guardia de seguridad que trabaja con un chófer, al servicio de una decoradora, mujer de un empresario, que querría trabar amistad con artistas... Este film muestra cómo la diferencia de ambiente y educación hace imposible ciertas relaciones. Es la historia de unos personajes que no tendrían que haberse conocido porque las barreras culturales que los ... [+]
12 de mayo de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque no repetiría el plato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Estamos ante una comedia que funciona, y eso no siempre es tan fácil. Uno de los retos más considerables y dignos de aplaudir es que una película cumpla con su cometido, tan simple y llanamente. Y me he reído.
Por tanto, ese aspecto está cubierto desde el comienzo.
Hablando del comienzo, éste me resulta casi impecable para lo que el contexto pedía.
Así inicia esta directora novel con frescura, presentándonos a unos personajes bastante bien definidos y con un magnetismo bien logrado, una película prometedora. Consigue, pues, que los personajes te causen interés y no sean simples monigotes sumidos ante gags baratos. Hay un gran uso del lenguaje cómico, alternando humor del absurdo con chistes costumbristas o un caricaturesco dibujo del personaje sustancial, el sr. Castell, el "cuñao" insulso y torpe.
Cierto es que el final me es algo insípido pero pasaré a comentarlo más adelante.
Otro aspecto positivo y agradable de ver por su echada en falta ausencia, es la capacidad de combinar varias subtramas, mezclar escenas de varios personajes, y conseguir todo encuentre una armonía cómica, en ningún momento he sentido que cierto personaje sobrase o que esta historia está menos explorada que otra, a caso quizá las escenas de la hermana y mujer del señor Castell pero tampoco este punto tiene especial relevancia ya que tampoco la tiene en la película.
Agnès Jaoui, retrata cómo realmente todos los estamentos caen en el insano vicio del prejuicio.
Ese es el argumento central de la obra, la cual se adorna en los sentimientos de los personajes y en la historia de romance entre la profesora de inglés y el sr. Castell.
Pudiendo quedarse en una comedia simpática (y simple) la directora profundiza y nos deja pequeñas muestras de poesía, como las clases de flauta travesera del chófer que no son sino una metáfora de cómo va avanzando la relación del sr.Castell y Clara, algo bastante bello sobre todo por cómo acaba con esa demostración de que las cosas que uno cree que no tienen cabida en su rutina terminan por formar una melodía perfectamente acompasada.
Eso trata de dejarnos la película: un ignorante que acaba enamorándose de una actriz que ve en el teatro al que no quería ir, un tierno novio bonachón que acaba siendo infiel, un guardaespaldas incapaz de cuidar irónicamente de quien realmente quiere, una profesora de inglés cerrada a dejarse enseñar y sorprender, unos artistas bohemios e "intelectuales" que actúan sin nada de la humanidad que fardarían de expresar en sus bodrios de cuadros de "arte"...
Sin embargo, creo que el final pierde mucho. Sin previo aviso, y únicamente motivada por una frase de su amiga en la que le dice que ella está muy feliz con un hombre cuya historia "no le daba nada", la protagonista pasa de la repulsión a tener un interés tal en el desgraciado sr.Castell que incluso le influye en su estado de ánimo.
Todo se vuelve decepcionantemente cursi.
Con la espera de la moraleja traída por la bandada de perdices asistimos al cierre una por una de todas las historias como si de un fusilamiento se tratase: el consejero del sr.Castell recibe las disculpas de éste, que a su vez le planta cara a su coñazo de mujer, ésta se reconcilia con su cuñada, la actriz decide aventurarse a la oportunidad del amor, el guardaespaldas decide finalmente retirarse antes de tiempo...
Y yo para nada lo veo así, creédme que he sufrido en mis propias carnes la desventura a la que se aproxima Clara.
Al amor no se le abre la puerta dando una oportunidad por el "no tener nada que perder". Sólo si tienes miedo a perder puedes acabar teniendo algo que merezca la pena.
El amor ha de ser un huracán que se lleve esa puerta abajo estén todos los cerrojos que uno ponga por miedo a que le roben lo que haya dentro. Pero me temo que cada vez abunda más la sequedad de unos vientos indolentes, tristes. Fríos
Por tanto, ese aspecto está cubierto desde el comienzo.
Hablando del comienzo, éste me resulta casi impecable para lo que el contexto pedía.
Así inicia esta directora novel con frescura, presentándonos a unos personajes bastante bien definidos y con un magnetismo bien logrado, una película prometedora. Consigue, pues, que los personajes te causen interés y no sean simples monigotes sumidos ante gags baratos. Hay un gran uso del lenguaje cómico, alternando humor del absurdo con chistes costumbristas o un caricaturesco dibujo del personaje sustancial, el sr. Castell, el "cuñao" insulso y torpe.
Cierto es que el final me es algo insípido pero pasaré a comentarlo más adelante.
Otro aspecto positivo y agradable de ver por su echada en falta ausencia, es la capacidad de combinar varias subtramas, mezclar escenas de varios personajes, y conseguir todo encuentre una armonía cómica, en ningún momento he sentido que cierto personaje sobrase o que esta historia está menos explorada que otra, a caso quizá las escenas de la hermana y mujer del señor Castell pero tampoco este punto tiene especial relevancia ya que tampoco la tiene en la película.
Agnès Jaoui, retrata cómo realmente todos los estamentos caen en el insano vicio del prejuicio.
Ese es el argumento central de la obra, la cual se adorna en los sentimientos de los personajes y en la historia de romance entre la profesora de inglés y el sr. Castell.
Pudiendo quedarse en una comedia simpática (y simple) la directora profundiza y nos deja pequeñas muestras de poesía, como las clases de flauta travesera del chófer que no son sino una metáfora de cómo va avanzando la relación del sr.Castell y Clara, algo bastante bello sobre todo por cómo acaba con esa demostración de que las cosas que uno cree que no tienen cabida en su rutina terminan por formar una melodía perfectamente acompasada.
Eso trata de dejarnos la película: un ignorante que acaba enamorándose de una actriz que ve en el teatro al que no quería ir, un tierno novio bonachón que acaba siendo infiel, un guardaespaldas incapaz de cuidar irónicamente de quien realmente quiere, una profesora de inglés cerrada a dejarse enseñar y sorprender, unos artistas bohemios e "intelectuales" que actúan sin nada de la humanidad que fardarían de expresar en sus bodrios de cuadros de "arte"...
Sin embargo, creo que el final pierde mucho. Sin previo aviso, y únicamente motivada por una frase de su amiga en la que le dice que ella está muy feliz con un hombre cuya historia "no le daba nada", la protagonista pasa de la repulsión a tener un interés tal en el desgraciado sr.Castell que incluso le influye en su estado de ánimo.
Todo se vuelve decepcionantemente cursi.
Con la espera de la moraleja traída por la bandada de perdices asistimos al cierre una por una de todas las historias como si de un fusilamiento se tratase: el consejero del sr.Castell recibe las disculpas de éste, que a su vez le planta cara a su coñazo de mujer, ésta se reconcilia con su cuñada, la actriz decide aventurarse a la oportunidad del amor, el guardaespaldas decide finalmente retirarse antes de tiempo...
Y yo para nada lo veo así, creédme que he sufrido en mis propias carnes la desventura a la que se aproxima Clara.
Al amor no se le abre la puerta dando una oportunidad por el "no tener nada que perder". Sólo si tienes miedo a perder puedes acabar teniendo algo que merezca la pena.
El amor ha de ser un huracán que se lleve esa puerta abajo estén todos los cerrojos que uno ponga por miedo a que le roben lo que haya dentro. Pero me temo que cada vez abunda más la sequedad de unos vientos indolentes, tristes. Fríos