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Voto de Ignacio Larrea:
6
Acción. Thriller. Intriga Tercera entrega de las aventuras del agente Jason Bourne, que sigue investigando quién es y qué hay realmente detrás del programa secreto de la CIA llamado Treadstone. Un reportero británico de "The Guardian" le pone sobre una nueva pista facilitándole el nombre de Blackbriar. Bourne dará con él en Londres, en un intento de encajar las últimas piezas de ese pasado que él aún intenta recuperar. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera y, por ahora, última entrega de las aventuras y desventuras de Jason Bourne, el agente de la CIA aquejado de amnesia, que trata desesperadamente de descubrir quién es en realidad.
Para mi gusto constituye, no sé si la mejor en cuanto a estricta calidad cinematográfica, pero sí la más viva, la más ágil, la más adrenalítica, con multitud secuencias que quitan el hipo, intensas y vertiginosas. Quizás sean demasiadas, eso podría ser su único, pero importante aspecto negativo.
Y es que, al fin y al cabo, aunque es trepidante y está llena de buena acción, no es menos cierto que apenas hay nada más que eso. Y como sabemos que, por muchos golpes, tiros, explosiones, y sobre todo tremendas leches que se pegue y le peguen mientras conduce perseguido por el "tirador" de turno, que sufra Bourne, jamás pueden con él, acabando siendo poco más o menos que un ser inmortal.
Eso, a mi parecer, le resta credibilidad o al menos verosimilitud. Y le resta emoción y suspense puesto que sabes que se saldrá con la suya (aunque vaya dejando honestos cadáveres por el camino, amén de multitud de criminales) y que, aunque le peguen tiros y numerosos golpes de kárate en el cuerpo (magnífica la pelea con el "tirador" de Tánger), aunque magullado, saldrá airoso y como mucho un poco cojo y despeinado. Esto, en el cine queda de ídem, muy espectacular, pero rechina que no veas desde un punto simplemente realista.
Por lo demás, pues exactamente igual que la segunda entrega, también dirigida por Greengrass. Y es que, sus películas, si se contemplan con perspectiva, se ve que son idénticas en la forma. Mismos planos, misma manera de filmar, con esos planos aquejados del baile de San Vito... Vamos, que no se puede decir que se traicione a sí mismo en sus ¿distintos? trabajos.
Pero, en fin, que deja un buen sabor de boca la peli si te gustan las cintas llenas acción desenfrenada (y no muy reflexivas) y estaremos esperando (parece ser que durante bastante tiempo) a la cuarta entrega. A mi no me importa esperar mucho tiempo pues sinceramente estoy ahora mismo un poquito empachado del tal Bourne, los tiradores, traidores y amigos suyos.
Ignacio Larrea
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