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Voto de Cinemagavia:
8
Drama. Thriller En 1973, el joven John Paul Getty III (Charlie Plummer) es secuestrado en las calles de Roma, y sus captores piden por él un rescate de 17 millones de dólares. A partir de ese momento su madre comenzará una desesperada lucha por conseguir que el abuelo del joven, el magnate del petróleo Jean Paul Getty (Christopher Plummer), uno de los hombres más ricos del mundo, pagase el rescate. Getty se niega a pagar un sólo céntimo por su nieto, ... [+]
17 de febrero de 2018
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La trama está basada en uno de los secuestros más conocidos en los setentas, una década marcada entre otras cosas por esas situaciones y por los aerosecuestros. El guión está escrito por David Scarpa, basado en el libro de John Pearson: “Dolorosamente rico: la desorbitada fortuna y las desgracias de los herederos de J. Paul Getty”

Tras del caso de Getty, en 1974, otra multimillonaria heredera: Patricia Hearst era secuestrada y terminaba aliándose al grupo que la secuestrara el llamado “Ejército Simbiótico de Liberación Nacional”.

Después, en 78 llegaría otro tristemente célebre caso que estremeció a la opinión pública: el secuestro y asesinato del ministro Aldo Moro, también en Italia. Entro otros muchos otros casos que llamaron la atención de la opinión pública, en un mundo que era absolutamente diferente al que vivimos ahora.

Al poner en la platea el secuestro de Paul Getty III, Scott expone de manera descarnada pero sin exageraciones no simplemente el hecho del secuestro y de las oscuras circunstancias colaterales del mismo, sino varios elementos alrededor que dieron un tinte definitivo a todo el suceso y que involucran terribles sentimientos humanos. Por esas circunstancias una de las más grandes fortunas que ha existido se vio expuesta al ojo público dejando al desnudo la rampante ambición, avaricia, lucha por la fortuna familiar y las condiciones en las que la droga del poder corrompe todo lo que toca, al extremo de negociar la vida de un nieto, contraponiéndola con las deducciones de impuestos.

La trama resuma por todos lados una descontrolada ambición y la cruda certeza de que en los más altos círculos de poder la vida misma (sin importar la de quién) es simplemente un objeto para hacer trueques, mentir y embaucar a quien se ponga en el camino con tal de salvaguardar los propios intereses.

Paul Getty III tenía 16 años cuando fue secuestrado y no valió ni siquiera que sus secuestradores le cortaran una oreja y la enviaran a un periódico, para que el abuelo cambiara de opinión de inmediato sobre pagar el rescate y se viera forzada una negociación de una rebaja.

Es indiscutible que Scott conoce a la perfección tanto los engranajes que hacen que una cinta sea un éxito, como la manera de ir causando una tensión gradual que va a conducir al film a un clima de thriller, (más retorcido si se piensa que aunque se introduzcan diálogos y dramatizaciones los sucesos son reales) donde no queda ajeno el profundo sentimiento de odio para el gran villano que Scott nos devela aquí y que en la encarnación de Plummer es una roca de frío sadismo.

Rydley también es experto en grandes producciones, lo que inclinaría a pensar que Todo el Dinero del Mundo acabaría siendo un display de efectos especiales, salvamentos heroicos y finales espectaculares, sin embargo mantiene una sobriedad y oscuridad en todos los ambientes, desde los personajes hasta las locaciones que hacen aún más helada (si es que eso es posible) la monumental avaricia de Getty y la desaforada lucha de Gail.

Plummer realiza la encarnación del magnate con precisión quirúrgica, es toda una desalmada barrera de contención con su propia y egoísta agenda, donde el capricho personal era la ley suprema.

Paul Getty III (Charlie Plummer, no no es pariente de Christopher) dice en un momento que ser un Getty no era simplemente ser rico, sino ser de una especie supra terrena y así, cuando en esa sobrada conciencia de ser un ente superior pasea por Roma a media noche, en un barrio lleno de prostitutas y otros pobladores de la vida nocturna, su aspecto es de una suprema confianza. Nada ni nadie puede tocarlo… hasta que unos segundos después cae en poder de sus captores.

Siguiendo el hilo del poder, la madeja se enreda con el secuestro y la vida familiar de los Getty. Aunque se nos da un breve flash back de la vida de Gail Y Paul II y comprendemos que los excesos los pusieron en una situación muy incómoda, Paul Getty I ya es dueño de un imperio y su hijo, nietos y nuera la pasan fatal.

Scott también nos introduce a ese mundo de las familias de crimen italiano; en este caso en principio con unos primeros secuestradores sin experiencia y maldad insuficiente, entre los que está Cinquanta (Romain Duris) y que en medio del episodio criminal se las arreglan para tener una comida campestre, comer pasta y bailar… (es casi Felliniano), para luego ir espesando la trama cuando Paul cambia de “manos criminales” con la familia de Mammoliti (Marco Leonardi) donde no se andan con jueguitos.

Scott hace que la trama y los espíritus de los personajes deambulen entre los oscuros rincones del poder y del alma de Getty, en medio de portentosas mansiones rodeadas de obras de arte, en las que ni las inmensas chimeneas logran dar una chispa de calor. Plummer se inserta en el personaje y domina desde el minuto uno ese reino elitista e intocable que el mismo Getty creó para sí logrando nominaciones (entre ellas al Oscar) por su interpretación.

Michelle Williams demuestra que es una de las actrices más versátiles de su generación pues este 2017 participó en tres cintas completamente diferentes: “El Gran Showman”, “Wonderstruck el Museo de las Maravillas” y esta. Y para el 2018 tiene seis proyectos en preproducción. Su Gail transmite no solo la desesperanza y frustración sino la entereza para seguir luchando hasta el último aliento aunque se esté tomada de un clavo ardiendo.

Mark Wahlberg deja al héroe de acción de lado para realizar un muy buen soporte de contención al drama de esa familia al que sin querer se ve arrastrado. Tratando de encontrar junto a Gail las esperanzas y dilatando los daños sobre el joven Getty.

Romain Duris con su interpretación de Cinquanta es el bandido con honor de esos que aún existían en los 70’s y que son una especie extinta hoy en día.......

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Fabian Quezada Leon
https://cinemagavia.es/todo-el-dinero-del-mundo-pelicula-critica/
Cinemagavia
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