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Voto de David Colette:
10
Comedia. Drama Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. ... [+]
25 de junio de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Martin Scorsese, genio cuyo amor por el séptimo arte le ha llevado a crear grandes obras cinematográficas, se adentra en el mundo de Wall Street con una película salvaje, descarada, que parece desmentir cualquier rumor de senilidad que se pudiera tener sobre su reciente filmografía.

A primera vista uno podría pensar que El lobo de Wall Street es otro acercamiento del director al mundo del crimen, tal como lo fueron Casino (1995) y Uno de los nuestros (1990). En ella se encuentran los elementos mas reconocibles; el ascenso y la caída, el protagonista narrando, la traición, la corrupción, matrimonios rotos, excesos y un humor negro que, por cierto, abunda mas en este caso que en los antes citados. Sin embargo, al salir de la sala, no podía dejar de sentir que había algo diferente en el tratamiento de la historia de Jordan Belfort, algo que me había desconcertado, pero no sabía que era exactamente. Volví a verla al día siguiente, aunque esa vez me dejé llevar por la película y simplemente me partí de la risa y me estremecí, observando con deleite lo que la cámara del autor de Toro Salvaje (1980) me decía, cual si fuera una pluma escribiendo sobre un papel, o un pincel pintando sobre un lienzo. A la segunda me gustó mucho mas, y olvidé aquello que me desconcertó la primera vez que la vi.

Después de un tiempo, tras haber leído sobre ella y reflexionado me dí cuenta de qué era aquello que faltaba; un castigo, un alma dentro del rollo de película, el tormento que sirve de catarsis para que el protagonista de la tragedia vea lo atroz de sus actos. ¿Por que me desconcertó la falta de este elemento?, no lo se, pero dándole vueltas al tema pude ver que el viejo Martin no solo había dejado impune al cruel Belfort, sino que nos enseñaba al público que el autentico lobo estaba feliz, dando la mano a DiCaprio en la última escena, cobrando cheques y sacando dinero de sus libros y sus discursos. La grandeza de El lobo de Wall Street reside en mostrarnos a un personaje que actúa fuera de la ley. Lo gana todo y no considera si lo que hace es bueno o malo, sencillamente se guía por sus instintos. Las drogas, las prostitutas, los banquetes, mansiones, coches, todo cuanto una persona puede comprar, puro instinto y deseo en las manos de un hombre extraordinario, no por ser especialmente inteligente o ni siquiera genial en las finanzas, sino por ser capaz de tener aquello que desea, por saciarse a si mismo sin que haya un factor "humano", tal como lo era la ruptura con la familia en la infancia de Charles Foster Kane en Ciudadano Kane (1941) de Orson Welles, película de la que bebe Scorsese en la forma, pero no en el contenido. El mejor ejemplo de esto es sin duda el papel del incorruptible agente Denham, interpretado por Kyle Chandler, quién, aunque gana la batalla, el único motivo por el que sale "victorioso" es porque la ley está de su lado, pero en su interior sabe que no ha ganado nada, el sigue viajando en metro y Belfort en limusina.

Esto no quiere decir que Martin Scorsese vea bien lo que estos ladrones hicieron, pero sí nos demuestra que las grandes historias es mejor contarlas sin juicios de valor, y que no todos los grandes personajes tienen que ser héroes que velen por el bien de la mayoría, basta con que hayan hecho algo excepcional, no bueno ni malo, sencillamente excepcional. ¿Y no es esto lo que hacia grande a Taxi Driver (1976)?. En las películas de Scorsese podemos ver un abanico de esta clase de personajes y creo que esto, junto a su increíble capacidad para expresar con la cámara, el montaje y cualquier aspecto relacionado con la creación cinematográfica, es lo que mas va a perdurar en la memoria cuando miremos atrás y examinemos los trabajos de este lobo de New York.

Vean El lobo de Wall Street; ya sea como comedia, película de crimen u obra maestra velada, pero véanla. Y a ser posible, reflexionen sobre ella, vuelvan a ver los grandes clásicos de Scorsese, y piensen en si vale mas la pena denunciar o contar. Este es el motivo por el que mi nota es un diez, y muy merecido.
David Colette
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