¿Qué es lo que uno busca cuando mira una película de J. Statham?. Mucha acción, trompadas, patadas, algo de humor, esperar que siempre salga airoso y no mucho más. El problema está cuando la película tiene muy poco de todo esto y Jason se la pasa hablando, cosa que no lo favorece, porque más allá que me simpatiza, debo reconocer que no es un gran actor. Acá hace de un guardaespaldas, adicto al juego, que tiene que defender a una mujer que fue golpeada por unos mafiosos pero todo es muy cansino y se lo nota hasta desganado. Lo único rescatable del filme es una breve aparición de ese muy buen actor que es Stanley Tucci. Un aviso había sido Redención, otro fue Homefront y ahora esto, es por ello que te pido Jason, como un admirador tuyo, no filmes más estos bodrios como lo hace habitualmente Nicolas Cage, haz cosas que ya sabemos y ya sabes cómo van a ser pero que puedan ser recomendables.