En 1958, Tyrone Power recibe la propuesta del productor Ted Richmond para interpretar a Salomón, el sabio rey de Israel, en la superproducción de seis millones de dolares "Salomón y la reina de Saba", donde compartiría roles con la belleza italiana más famosa de entonces, Gina Lollobrigida. El 5 de septiembre, "Ty" llega a Madrid acompañado de su flamante esposa, quien se encontraba embarazada. En el accidentado rodaje, se producen disputas entre Power y King Vidor -el mismo de "Duelo al sol"-; los agentes de Franco se entrometen en cada escena, la presencia de la Lollobrillida causa revuelo, pero nada tan impactante como lo que ocurriría cuando faltaba poco para finalizar el rodaje. El 15 de noviembre de 1958, aproximadamente a las doce del mediodía, se dió inició al rodaje de lo que sería el momento estelar de la película, el duelo entre los personajes de Salomón, interpretado por Power y Adonías, interpretado por George Sanders. Nada mejor que contemplar las fotografías de la filmación para darse cuenta que ambos actores se habían tomado sus personajes más que en serio. Sin embargo, pocos minutos después Power se sintió mal. Bebió una copa de brandy, encendió un cigarrillo y se desplomó. Fue inmediatamente llevado al hospital más cercano, aun vestido con las ropas de Salomón, en el automóvil de Gina, pero todo fué inútil. Había sufrido una angina de pecho que había acabado con su vida. Lo que ocurriría después fue igualmente trágico y lamentable. Los productores y el director, en lugar de finalizar lo que quedaba de rodaje con un doble, decidieron volver a filmar todas las escenas del personaje de Salomón. Contrataron a Yul Brynner para que reemplazara al difunto y las escenas rodadas por Tyrone Power quedaron para siempre en el archivo. Bueno, casi todas. Como si de un "homenaje" se tratara, King Vidor anunció que incluiría en el montaje final aquellas escenas en las que Power aparecía de espaldas. Cuando la película se estreno en navidad de 1959, el público acudió en gran medida para ver al menos esas escenas, las únicas que podemos contemplar del personaje en el que el gran actor que fue Tyrone Power, había dejado su vida.
Resulta comprensible pues, que la película no sea buena. No debe haber sido fácil para los actores volver a rodar las escenas realizadas con el amigo a quien vieron morir. Por otro lado, dada la frialdad de los productores, el 16 de noviembre llega a Madrid Yul Brynner y de inmediato empezaron a filmar de nuevo. ¿En que momento pudo preparar su personaje? Debe haber aprendido apenas los diálogos y ¡que sea lo que Dios quiera!. Hubiera sido mejor para la película, para el público y para la memoria de Tyrone Power que se finalizara el rodaje con un doble. "Salomón y la reina de Saba" queda en la historia del cine como muestra de la frialdad de esta industria, donde lo que más importa es el dinero y no hay lugar para el sentimentalismo.