Con "Babel" se alcanza la cima de un tipo de hacer cine que ya llevaba tiempo consolidándose y lo que es más importante para un estilo: Premiándose. Y no sólo "Crash" o “Syriana” el año pasado sino "Traffic" o la misma “21 gramos” ya habían levantado expectación. Me imagino el maestro Robert Altman recientemente fallecido estará muy feliz viendo como él fue uno de los mejores impulsores de esta forma de narrar con la magnífica "Vidas cruzadas".


“Babel” es una película dura, áspera y de recuerdo amargo. Se trata de un drama absoluto que no solamente aborda la incomunicación de la globalización sino también el azar y mejor aún, la causalidad que se origina al tomar una decisión u otra que pudiera parecer menor.

Los actores están muy bien y sobre todo por la naturalidad con la que sufren, no hay sobreactuaciones ni escenas melodramáticas acentuadas, no es cierto el que diga eso, es más el drama se aproxima más a la furia y la rabia que a la tristeza y la melancolía.

Es verdad que la cinta tiene algunas inconsistencias de guión, y no seré yo quién lo ponga en duda ¿Pero realmente cuantas películas no las tienen? Por eso dejémonos de fariseismos y quedémonos con el conjunto y obviemos un par de detalles. Así es la vida. ¿O acaso no hacen lo mismo ustedes con sus hijos, sus esposos o con sus amigos?

Con el señor Iñárritu tenemos asegurado un director de calidad por muchos años en Hollywood que además se preocupa de otros lugares y tiene acento foráneo. Se agradece aún más ante el monocolor de las películas yankees.


Una de las grandes favoritas a los Oscar a pesar de una sensación que estoy percibiendo y es existen muchos sectores de la crítica y de la población que están queriendo machacar esta hermosa y estupenda película. ¿No quieren ver a un director mexicano triunfar en la tradicional noche anglosajona por antonomasia? Ya veremos lo que pasa.

Por cierto, espero que a nadie se le ocurra ver esta película doblada.