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España España · Valladolid
Voto de vircenguetorix:
6
Intriga. Drama Jeffrey Wigand, científico y directivo de la famosa tabacalera norteamericana Brown & Williamson, descubre el secreto que la industria del tabaco oculta celosamente: las sustancias que crean adicción en los fumadores. Lowell Bergman, un productor televisivo, arriesga su carrera al invitar a su programa a Wigand, que ve cómo su vida se desmorona tras revelar la verdad a la opinión pública; pero nadie saldrá indemne de esta batalla contra ... [+]
26 de noviembre de 2009
53 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
A los americanos les encanta las historias de hombres corrientes de la calle que ponen en jaque a grandes corporaciones, destapando una verdad que permanecía “oculta”. En aquellos años era una moda, en el 98 recuerdo “Acción civil”, un año después “El dilema” y en el 2000 “Erin Brockovich”. No me entusiasma ninguna.

Todas ellas pecan de la ingenuidad típicamente yankee y de mezclar y confundir lo que es la justicia con la creación de un héroe. Como suelen ser además películas aburridas, no tienen más remedio que dramatizarlas hasta extremos absurdos. En “El dilema” Michael Mann se encarga de que aquello parezca un complot para un golpe de estado más que de una entrevista a un antiguo empleado de una tabacalera.

Otro grave problema es la derivación de toda la trama, hasta un punto que Russell Crowe se le va ninguneando, y va cobrando más y mayor fuerza Al Pacino y sus asuntos en la CBS hasta convertirse en el argumento central de la película. Se nota por tanto demasiado todo el ensalzamiento de héroe del productor de “60 minutos” Lowell Bergman, que era amigo de Michael Mann y que colaboró muy directamente en el proyecto, reservándose la gloria.

Tampoco me agrada el moralismo de la cinta, para ser una película que aborde el tema del tabaco, no sale nadie fumado un cigarro en dos horas y media, ni en un bar, ni en la calle, ni siquiera un figurante. Eso de creerte éticamente hasta lo que vendes se llama religión. Más cinismo hubiera sido mejor.

Y no se preocupen mucho por el señor Jeffrey Wigand y su familia, desde hace años se dedica a peregrinar por el mundo dando conferencias y cobrando un ojo de la cara por tenerle en la mesa contando que el tabaco es muy malo. ¿Cuántos de estos conocemos?

Más allá de las interpretaciones y del virtuosismo del montaje, ambos apartados muy notables, “El dilema” es una película que de nuevo merece ese participio pasado tan habitual en esta página: Sobrevalorada.
vircenguetorix
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