Una de las tres mejores películas de Alfred Hitchcock es “Psicosis” sin duda alguna y su última obra maestra y lo es porque además de llevarnos a lugares de la mente donde anteriormente casi nadie se atrevía a mostrarlos lo hace en 1960. Casi nada.

Sinceramente pienso que Alfred Hitchcock hubiera sido un gran director de cine de terror, aunque ya había rozado el género con “Rebeca” o “Vértigo” nunca se atrevió a dar el paso hasta “Psicosis” (aunque también tiene mucho de thriller). Yo creo que se dio cuenta tarde, el cine de terror parecía algo de serie B hasta entonces y pensaba que no ganaría prestigio con ello. Su siguiente película también se acercó al género con “Los pájaros” aunque el resultado no fue tan espectacular.

Creo que “Psicosis” es el mejor ejemplo de cómo forma y fondo se pueden dar de la mano y como se puede contar una gran historia, que entretenga y además sea profunda psicológicamente, y encima que se ruede con maestría ofreciendo una gran movilidad y maestría con la cámara siendo vanguardista. Eso y mucho más encontramos en una película que rezuma cine por los cuatro costados. Y encima es una película de bajo coste. El sueño de cualquier productor.

Quiero romper una lanza con el remake de Gus Van Sant. Copiar no es malo en sí mismo, lo malo es copiar de algo pésimo como se hace ahora, y este copia de una de las mejores películas. Buen gusto se llama. En segundo lugar no hace una versión posmoderna sino que su culto al clásico le hace ser fiel al original y por último y más importante permite que cientos de miles de jóvenes norteamericanos descubran esta película, ya que estas legiones de adolescentes no verían una película en blanco y negro ni aunque les fuera la vida en ello. Su función es meramente didáctica y propedeútica y eso está muy bien.

Pero volviendo a nuestra película en cuestión no podía olvidarme del guionista Joseph Stefano que es capaz de mejorar la novela original de Robert Bloch haciendo menos odioso a Norman Bates y sobre todo ya no solo por lo que hace con la protagonista sino por como obvia el asunto del dinero sin que tenga importancia, un auténtico golpe maestro. El cambiar una historia a otra con esa maestría es casi inaudito y arriesgado y no siempre sale bien. Por ejemplo Tarantino en “Abierto hasta el amanecer” lo hace también y los resultados no son tan satisfactorios.

Los actores están fantásticos, especialmente el señor Perkins que se transformó para siempre en Bates y pasó a adquirir el “síndrome Lugosi”. También mencionar a Janet Leigh, una magnífica actriz aunque como persona es más tonta que la Duquesa de Alba todo hay que decirlo. Y los secundarios de auténtico lujo, como el sheriff que pide los papeles a Janet Leigh.