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Voto de irian hallstatt:
8
Intriga. Comedia. Drama En el verano de 1694, el señor Neville, un ambicioso y prometedor dibujante, visita la mansión del señor Herbert, en Compton Anstey (Wiltshire). La mujer del anfitrión le encarga doce dibujos de la casa con el foso y los exquisitos jardines. Sin embargo, Neville se verá envuelto en una intriga doméstica que lo convertirá en sospechoso de adulterio y algunas cosas más. (FILMAFFINITY)
19 de agosto de 2007
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
* Greenaway es uno de los directores que considero más interesantes, y esta es mi película favorita, de las suyas. Un cúmulo de elementos, característicos de todos sus trabajos, que le da a cada uno el mismo carácter y personalidad, siendo un estilo totalmente particular y reconocible.

Dicen de él que es uno de esos directores-artistas integrales, cuyas películas están elaboradas en base a códigos sujetos a disciplinas científicas y artísticas. Sus trabajos están dotados de una complejidad fuera de lo común, y quizá solo accesible para aquellos entendidos en las materias con las que Greenaway juega en cada film. Es un cine a la vez ilustrado y estrambótico, que combina una enredada profusión de ideas con ciertos puntos burdos, groseros, escatológicos, y vulgares; puede que para reírse de si mismo y sus enojosos planteamientos, pero siempre sin restar un ápice de seriedad a la propuesta.

* “El Contrato del Dibujante” es tan tortuosa como todas sus obras: para vérsela varias veces y, aún así, no enterarse bien de la mitad. Una especie de taimada intriga “policial”, protagonizada por unos personajes afectados hasta la nausea, cínicos y retorcidos hasta chirriar; como la trama. En este caso, todo lo que ocurre parece tener que esclarecerse a través del análisis de las pinturas del protagonista, buceando en las perspectivas, donde se diseminan pistas que, junto a la actitud y conducta de los personajes, debe llevarnos a esclarecer el asunto tratado: el asesinato y el papel jugado por cada cual.

* La ambientación, de nuevo, cuidadísima, muy ornamentada, con una fotografía esplendida, pero sin el cargante barroquismo de “Baby of Macon” o “Prospero’s Books”. Y como siempre, también, un humor negrísimo y sangrante.
Philip Glass vuelve a poner su grano de arena: una jovial y pegadiza música neoclásica que da cierto toque radiante, recordándonos que Greenaway, aparte de hacer las cosas difíciles a posta, es también un cachondo.

* El cuidado e ingenio de los afilados diálogos es otro aspecto que me llama mucho la atención; afilados como cuchillos, poniendo de relieve la inteligencia más elevada junto a la más baja vileza en cada personaje.

* Algo que sacará de quicio a la mayoría (yo no me libro), es que cuando creemos que hemos llegado a un punto en que quizá podamos enterarnos de que está pasando, que nos van a dar un respiro e iluminarnos entre tanta sórdida y críptica maquinación, se da un nuevo viraje brusco en la historia, y todo se enreda aun más. Irrita a cualquiera, pero es toda una versada maniobra narrativa.
Una curiosidad es que una de las pérfidas damitas protagonistas es Anne Lambert, la angelical y misteriosa Miranda de “Picnic en Hanging Rock”, y a quien no he visto en más films.

* Erudición, mala uva y humor negro para una película la mar de interesante.
irian hallstatt
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