Una película con la que pasar un muy buen rato. Cumplió mi expectativa al ir a un cine: me enganchó, me entretuvo y me metió en la historia.

El guión parte de que los protagonistas conocen a unos extraños y se ven metidos en un lío del que ni siquiera sospechan la causa. Este esquema inicial que ya dió juego en otras películas se repite también en los roles de la pareja: tonto-que-no-se-entera-ni-del-NO-DO y lista-que-huele-que-algo-va-mal...Woody desde luego está que ni pintado (no creo que se tuviera que esforzar mucho en poner las caras de bobo) y Emily Mortimer está genial, con una gran expresividad en el rostro. Para mí ella es el alma de la película, aunque el resto de los actores también está a la altura.

A pesar de estas similitudes con otras historias, esta es particularmente diferente por cómo se desarrolla el argumento que mezcla suspense, sentimiento, desconcierto y acción; y también por el especial entorno del Transiberiano (los planos cortos claustrofóbicos en el tren agobian como pretenden) y los bellísimos paisajes invernales.

Existe alguna que otra obviedad y también se rinde a alguna "americanada" (por llamarlo de algún modo) pero ello no le resta valor en una época en que se llama suspense a cualquier cosa.