Desde que Stanley Kubrick rodó "Senderos de gloria" y Clint Eastwood empezó a desmitificar el militarismo americano con "El sargento de hierro" y remató con "Banderas de nuestros padres" y "Cartas desde Iwojima" siguiendo con joyas desde Europa como "El submarino" o "Stalingrado", es muy difícil ver las películas bélicas de otra manera que no sea el realismo sucio, lo que pasa es que es fácil caer en los tópicos del cine bélico de toda la vida (propagandista, edulcorado y amañado) sino totalmente si a ramalazos como le pasa al final a esta película.

La película tiene un nivel técnico-histórico muy alto (las reproducciones de armas y vehículos es impecable, los dos tanques protagonistas Fury y el Tiger alemán son originales de museo, también la reproducción de escenarios, muy conseguida para haber rodado en la campiña inglesa en vez del centro de Alemania).

Los primeros 80 minutos tienen un ritmo muy bueno, te deja pegado al asiento, sin tregua. Realismo bélico (no sólo en reproducir las escenas de lucha) y sobre todo realismo humano: la guerra en Europa no fue un paseo para los americanos que sufrieron bajas altísimas hasta el último día. Y los dramas humanos de los soldados, aunque muy repetidos y manidos, son los que son y los actores los transmiten bien. Brad Pitt sobrio pero convincente en su papel de sargento duro, humano pero sin escrúpulos a la hora de cumplir con su deber.

Final propio de "El Álamo" o "Murieron con las botas puestas" dentro de la más propia tradición americana.

Con otro final más realista la película podría haber subido varios puntos. Pero se deja ver, los "expertos" en cine bélico y reproducciones históricas, la van a tener en sus archivos (de DVD naturalmente).