Destacando a Abigail Breslin, que del 2002 al 2007 con sus 18 films ha cautivado a todos en la pantalla, deberíamos pensar que Julia Roberts tiene los días contados. La historia de una familia como cualquiera toma relevancia cuando el ser más diferente de todos ellos gana la posibilidad de concursar en un certamen de belleza. Sin ser lo completamente bella, pero con un corazón lleno de ternura, Olive llena a la familia de alegría y esperanza sobre los problemas que cada uno tiene, y lo que pueda hacer en el certamen en medio de una familia cargada de defectos, desánimo y conflictos. La mágica del desarrollo del guión de los directores, refleja la frase que dice de “detrás de un gran director, siembre hay un gran escritor”, al contar la historia con gran simpleza, orden y veracidad.
El clímax se marca unido con el desenlace, efecto perfecto para un final dramático, donde todas las vidas paralelas de la familia de Olive, se enlazan a defenderla de la burla de los espectadores. La apertura como el desenlace coinciden en lo mismo: “Lenguaje cinematográfico”. Notable y casi muy buena.