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España España · Palma de Mallorca
Voto de Robert Denigro:
1
Serie de TV. Drama Miniserie de 7 episodios. Kentucky, años 60. En plena Guerra Fría, la joven Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) es una huérfana con una aptitud prodigiosa para el ajedrez, que lucha contra sus adicciones mientras trata de convertirse en la mejor jugadora del mundo ganando a los grandes maestros, en especial a los rusos.
18 de noviembre de 2020
52 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca me ha interesado el billar, pero después de ver “El Color del dinero” lo veo con otros ojos. Martin Scorsese convirtió un juego lento en un trepidante paisaje de esferas orbitando sobre un tapete verde. Supernovas en colisión bajo la atenta mirada de dos pícaros buscavidas como Paul Newman y Tom Cruise.

“El Color del dinero” no es lo mejor de Scorsese, pero su talento logró lo imposible, transformando lo aburrido en una gamberrada trepidante. Suyo es el mérito de saber adaptar con el nervio de una “road movie” la novela “The colour of the Money” de Walter Tevis.

Con “Gambito de Dama” nos encontramos con el resultado opuesto. De nuevo otra novela de Walter Tevis sobre otro juego aburrido: el ajedrez. Pero aquí no hay emoción ni nervio sino todo lo contrario. La adaptación de Scott Frank nos conduce por la flacidez melancólica de una jovencita extraña, campeona mundial de ajedrez pero con aspecto de maniquí de Balenciaga. La historia divaga por una nebulosa, de tonos góticos, al servicio del artificio estético, con la expresión extraterrestre de la actriz Any Taylor-Joy como centro de ese mundo de diseño. Todo está pensado para que cada plano sea un sofisticado anuncio de El Corte Inglés para disfrute de adolescentes instagramers. Si en la saga "Crepúsculo" los vampiros eran lo de menos aquí ocurre lo mismo con el ajedrez.

Con "Gambito de Dama" la mujer suma a su causa una heroína contradictoria, por un lado una líder en un juego de hombres pero adicta a los vestidos elegantes, más femeninos que feministas.

En fin, me voy al bar a echar unos billares.
Robert Denigro
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