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España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
8
Drama Una pareja de tendencias voyeurísticas (Maury Chaykin & Gabrielle Rose), un tasador de seguros (Elias Koteas) obsesionado con solucionar la vida a sus clientes, y una censora de películas pronográficas (Arsinee Khanjian), se convierten en sujetos cinematográficos por el capricho sexual de sus vecinos. (FILMAFFINITY)
30 de octubre de 2012
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los conflictos de Atom Egoyan no se resuelven en un escenario habitual, son misterios aislados, una trama de islas de desarrollo sutil. Las relaciones se tejen progresivamente sin un canónico incidente desencadenante (rompiendo la clásica máxima de rápida definición del conflicto) y desembocan en la exploración de un mecanismo que se concreta en una emoción apagada pero reconocible. Una emoción fría y distante que por no embarrancarse en la justificación “material” del drama aspira a una suerte de abstracción contradictoria de la naturaleza humana: hipocresía, soledad, necesidad, deseo, desarraigo…

Las interpretaciones apelan a esa abstracción introspectiva. Personajes extraños –porque extraña es la existencia– aferrados a las pequeñas seguridades, los salvavidas psicológicos y la máscara de la rutina. El empleo, el hogar o la familia como reverso cotidiano, e igualmente mentiroso, de las fantasías que (por ejemplo) el personaje de Bubba le concede a Mimi. Asideros de la cornisa del sentido dentro del magma de sinsentido de las relaciones, la pérdida o el incendio. Construcciones de 'atrezzo' –como vivir en un piso piloto– con las que tratamos de definirnos, y que acaban por arder en algo parecido a la metáfora (*) (spoiler).

La intención del director va más a ofrecer la pureza gradual de la sensación que la definición. Por ahí la distancia expositiva, el lento ritmo ritual de reiteraciones e incomunicación y la preocupación por el tempo de una imagen que desnude la intimidad, no solo útil narrativo.

El personaje de Bubba, mientras Mimi canta bajo la ducha y limpia su “pelo y piel sucia”, riega el suelo con acelerante y pregunta: “¿estás dentro o estás fuera?”. Y es una pregunta que podría ser lanzada directamente al público en el cine del director de origen armenio. Pero no teman, al final la película no deja de ser un melodrama convencional en sus fondos. Las marcianas, lo dice él mismo, son las formas: “Quería hacer una película de gente creíble haciendo cosas creíbles de una forma increíble”. Atom Egoyan.

Las tramas de este realizador –en su primer cine; casi no he visto nada de su etapa última– plantean islas que jalonan el metraje. El espectador con paciencia podrá descubrir que tras cada una de ellas individualmente consideradas, si se amplía un poco la mirada, pueda quizás esconderse un archipiélago donde todo se cierre y cobre sentido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Bloomsday
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