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España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
8
Drama. Romance. Comedia Adrien y Jenny forman una pareja estable, pero han decidido pasar el verano separados. Adrien, propietario de una galería de arte, quiere estar un mes tranquilo sin hacer absolutamente nada. Sin embargo, al llegar a la casa de campo de un amigo se encuentra con Daniel, un pintor conceptual, y con la joven Haydée, una guapa chica con mucho éxito entre los hombres. Ante la actitud aparentemente indiferente de Adrien, Haydée parece aceptar ... [+]
28 de septiembre de 2006
82 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
La laxitud del protagonista es una forma de arrogancia. Su peculiar atalaya de rigidez moral e intelectual desde la que analizar constantemente e imponer su afectado narcisismo (algunos pueden decir que el cine de Rohmer tiene mucho que ver con la actitud del protagonista). Pero la vulnerabilidad que todo ser humano lleva dentro aparece, casi sin darnos cuenta, en las caderas de una chiquilla caminando por la playa, en sus silencios, en sus miradas lánguidas. El instinto se libera incluso en las mentes más racionales, venciendo las ansias de presuntuoso letargo, hasta con las putitas más desaconsejables.

Rohmer articula este cuento moral con su habitual serenidad, simplicidad y frialdad. Su problema no creo que sea tanto el aburrimiento o los diálogos estirados sino, quizás, que nos plantea las cuestiones que le interesan desde una cierta separación emocional (sus reflexiones excitan lo racional y no lo emotivo) y, no voy a negarlo, una artificiosa complejidad que no siempre es tal finalmente. El dilema moral planteado es claro, pero su desarrollo es complejo por los ampulosos diálogos que a veces aportan pero otras simplemente rellenan. De todas formas tiene mucho encanto y tampoco soy yo de los que piden que le cuenten las cosas del mismo modo siempre. El “toque Rohmer” (elitista y afectado) me parece artificial sí, pero irresistible a ratos.

Hay una fascinación por la protagonista por parte del director. El inconveniente es que la actriz representa un mero papel secundario desencadenante del problema moral pero sin hálito alguno. Un elemental, y bello, adorno retratado desde, incluso, la fascinación (vaya inicio a lo Godard!!), pero absolutamente plano el personaje. Y en esto nunca caería el cine americano de la época, menos reflexivo en apariencia, en el que ese personaje femenino sería tratado como debe. Menos diálogo sobre la ética y más desarrollo de personalidades. Y es que una adecuada descripción de Haydée es tan importante para representar el dilema como las peroratas de esos dos snobs de medio pelo. También, es cierto, puede argüirse que ese personaje femenino sin pulir está dibujado así para no despistar con respecto a la encrucijada del protagonista, para comprender mejor la fascinación por esa chica a la que no entendemos y de la que apenas sabemos nada. Insisto, esto puede ir a favor de la reflexión, pero no de la emoción. Y ni siquiera estoy de acuerdo en que Rohmer retrata el erotismo. Rohmer nos muestra situaciones aparentemente eróticas, pero no extrae goce sensual de ellas ya que la imagen en su cine va por detrás de las palabras.

Rohmer habla del ser humano (mejor o peor según los casos y opiniones), y cada uno habla de ese tema como le da la gana. No me parece cine exclusivamente para intelectuales. Creo que se puede disfrutar más allá de ese tópico.

A veces engañabobos, a veces certero analista de la condición humana. Siempre aburrido, siempre interesante. Eric Rohmer es francés. Y se nota.
Bloomsday
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