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Colombia Colombia · Bogotà
Voto de Hetrigan:
4
Drama. Musical Joe Gideon (Roy Scheider) es un implacable coreógrafo en este musical poco convencional que retrata la dureza, el esplendor y la decadencia de las gentes del mundo del espectáculo, a quienes el triunfo les niega a veces la posibilidad de otros afectos. Un drama que retrata la otra cara del show, lo que ocurre entre bastidores. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2011
17 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Definitivamente ésta debe ser una de las obras más sobrevaloradas en la historia del cine. Lo único que le agradezco es recordarme el viejo desdeño que me inspiran los musicales. Aunque siendo justos, he disfrutado musicales tan buenos (Moulin Rouge, Fame, The Commitments, 24 Hour Party y algunos más) que esta película no resulta más que el compendio casi perfecto de todo lo que debe ser un onerosísimo contra–musical.

¡No sé ni por dónde empezar! creo que lo que más me desagradó fue la tramposa narrativa que si bien consigue una alternancia de ritmos decente, se aúna a la escases argumental del guión para simular que en medio de todo ese despiste de luces, bailes y música; realmente ha sucedido algo. Inicialmente pensaba que las coreografías apenas si encajaban dentro de la morosa Diégesis pues su relevancia en el relato es casi nula, para ejemplificarlo basta con recordar la gratuidad de la rutina erótica: Take off with us. Pero ahora pensándolo bien; la incrustación de las demás escenas de drama, desvarío, conversación etc. acaecen más como rellano (y relleno) cuyo único fin sea separar un baile del siguiente en una escalera rígida que giraba y giraba descendente alrededor de un personajillo aunque bien dilucidado por R. Scheider, completamente irredimible y ente débil y aquí aclaro, no sé si referirme al ficticio Joe Gideon o al director Bob Fosse; cuya desesperada autoindulgencia rosa el onanismo más puro y frentero.

De las demás actuaciones ni hablemos pues eran rápidamente atraídas y desmenuzadas por el tornado Gideon–Fosse, hasta la hermosa Muerte se ve opacada, si esa era la meta; felicitaciones! Por otro lado El libreto que tenía sus innegables perlas; en ocasiones se empeñaba necio en querer descifrarnos y redundar en puntos tan obvios como la adicción de Gideon al sexo, su carencia de verdaderas relaciones familiares o tan siquiera interpersonales, su egocentrismo…en fin gracias por confiar en nuestra “rudimentaria” capacidad interpretativa. ¿Y del baile? Pues pese a todo lo grandilocuente que pretendió ser, es lo único que frena la denostación que bien merece este film; en virtud que toda esa parafernalia demuestra la enorme técnica de los danzarines como la megalomanía de su artífice, además es un buen boquete para asomarse al Showbiz de las edulcoradas comedietas musicales.

En resumidas cuentas esta pretendida sinergia de Hollywood y Broadway apenas sortea el fracaso total gracias a su actor principal y a la energía que insuflan las danzas. Pero en definitiva hubiera resultado bien que trillado, si más satisfactorio, honesto y paradójicamente menos soporífero un documental como entre bambalinas sobre las roturas autoinflingidas que exige el musical teatral o lo que sea. ¿Musicales recomendables? casi todos los de Alan Parker, Luhrmann; es más, recuerdo con afecto reciente Mrs. Henderson presents que toca puntos similares en vez de decepcionarse con All that Jazz; inservible incluso para valorar la música Jazz.
Hetrigan
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