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España España · Badajoz
Voto de atletico:
10
Drama Aléxandros (Gregory Karr) es un periodista que viaja a la "Sala de espera", un lugar del norte de Grecia en la frontera con Albania, que se llama así porque allí se concentran refugiados kurdos, turcos, albaneses, polacos, rumanos o iraníes que esperan un permiso que les permita abandonar ese lugar. El periodista llega con un equipo de televisión para filmar la vida de estas gentes; en un momento dado, cree reconocer a alguien: un ... [+]
12 de agosto de 2014
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque tiene un inicio algo flojo – pese a sus maravillosos primeros 5 minutos -, como ya le pasa en Eleni o Paisaje en la niebla, un golpe de genio nos sumerge de lleno en su mundo. Comprendemos que necesitaba media hora larga para describir cuáles van a ser sus cartas. Pero una vez las conocemos, las esconde para descubrirnos su propósito.

En El paso suspendido de la cigüeña Angelopoulos vuelve al recurrente tema de las fronteras, pero de manera diferente a otras de sus obras. La frontera sabemos que está, pero salvo en dos momentos determinados muy separados, no nos la muestra, no se centra en ella. Lo que Angelopoulos nos descubre aquí son sus propias fronteras, las que lo separan insobornablemente de otros cineastas, pues tiene su mundo propio. Pero estas mismas son las que hacen que alcancemos a hallar la comparación, la conexión, con otros autores.

- En Angelopoulos la intriga da paso a lo que nos quiere contar. Es un instrumento, no un fin. La intriga alimenta el verso, no al revés. Llegado un momento, cuando ha cumplido su labor estructural, desaparece. |Antonioni|

- La intriga policial/de investigación progresa mediante miradas, no a través de subtramas, subintrigas, puntos nuevos de retroalimentación. Asistimos, pues, a un acto de conocimiento de los personajes. Estas miradas confluyen con la intriga a favor de la fluidez narrativa (aún asistimos a un espectáculo “narrativo”). |Hitchcock|

- Cuando la intriga, como personaje más, ha realizado su labor, Angelopoulos la elimina del guion. Corte radical. No da soluciones, ni da opción a la pregunta, todo carecía de importancia, pero era necesario. |Antonioni|

- Angelopoulos es un director subyugado por el misterio del cine, de la imagen. A través de ella busca respuesta, descubrir la vida y las emociones|Antonioni|. El protagonista se vale de ella para darnos a conocer los acontecimientos. De toda imagen, de un fotograma, nace una intriga interior, toda tragedia. Desde su punto de vista, con una pequeña cámara siempre presente |cine etnológico, Rouch|, el protagonista, A, que podría ser José Luis Guerín, busca captar el instante revelador.

- Angelopoulos es un director apasionadamente romántico, profundamente romántico, desesperadamente romántico. Está enamorado de las personas. Pero él es un poeta, y sus personajes solo existen en su mundo. Pero también es un filósofo de la historia |Pasolini|, y sus poéticos y únicos personajes representan a cualquier hombre de cualquier tiempo, de cualquier país. Destruye todo tipo de frontera.

- Su amor por la humanidad naturaliza su cine, de extrema belleza e incuestionable profundidad. La nostalgia siempre está presente, pero de ahí nace la felicidad (el personaje de Mastroianni). Es confusa la línea que separa ambas cosas. Cuando sus personajes están tristes en la soledad física que les suele acompañar, entre la lluvia y la niebla, Angelopoulos no les pone en sus manos un libro de Satre. Le interesa la tragedia del hombre mundano. Se refugian en la música y la bebida, la tradición, las raíces |Ford, Kaurismaki|. Entiende a todos los personajes, no les hace preguntas, no discrimina |Renoir|.

- En El paso suspendido de la cigüeña vemos a un Angelopoulos más cercano que nunca al que fue su íntimo amigo Erice. Familia unida mediante el silencio, tren que pertenece a otro tiempo.

- En “la sala de espera”, el microcosmos creado por Angelopoulos para unir las sociedades contemporáneas, nuestro mundo real se convierte en el lugar mítico (Ítaca siempre está presente, pero nunca llegamos a ella; Ítaca no existe – La mirada de Ulises). Un político y un vagabundo son la misma persona. El tiempo permanece suspendido, el paso forma parte de la utopía.

- “El río ruge, el río me llama. Soy feliz.” En Angelopoulos el medio natural es parte de la vida, la condiciona (al final, el agua es la única frontera). Fusión de los elementos |Tarkovski, Whitman|.

- La magia nace de lo cotidiano. |Rossellini|. Sobrecogedora secuencia de la boda: desaparecen las barreras, el cura llega en su rudimentaria bicicleta en medio de la belleza y la emoción nace de lo frecuente en el mundo real. Ausencia de idealismo. El padre se despide de la hija |Erice|.

- El guion está estructurado milimétricamente, aunque irregular, en secuencias. Hay independencia pero interdependencia. |Hitchcock|. Sir Alfred, en Psicosis, elimina a su protagonista llegados a la mitad, aquí Angelopoulos es en ese punto cuando hace que aparezca. Pero, ¿es ese su protagonista realmente? Alterna en la planificación lo documental y la ficción. Y, pese a la claridad de lo expuesto, dificultad para atraparlo. En sol nunca ilumina, los electricista congelan la comunicación.
atletico
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