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Voto de Jaime de Aguilar:
105.811
Acción. Intriga. Thriller
Ethan Hunt es un superespía capaz de llevar a cabo la misión más peligrosa con la máxima eficacia y elegancia. Forma parte de un competente equipo dirigido por el agente Jim Phelps, que ha vuelto a reunir a sus hombres para participar en una dificilísima misión: evitar la venta de un disco robado que contiene información secreta de vital importancia. (FILMAFFINITY)
28 de agosto de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación libre a la gran pantalla de una popular serie de los años 60, Misión Imposible cuenta la historia del espía Ethan Hunt, interpretado por Tom Cruise, y su equipo, que deberán obtener el Mcguffin de turno en una espiral de suspense y acción.
La película funcionó muy bien en taquilla, poniendo a Tom Cruise en el centro del mapa de Hollywood, si no lo estaba ya, pero tuvo mala recepción por parte de la crítica; quizás por la libre adaptación del material original, o quizás, según se dice, porque la película no funcione ni en el suspense ni en la acción, con una trama demasiado rebuscada, y un Tom Cruise sacando pecho demasiado a menudo. Aun así, fue más que rentable, y empezaron las secuelas de la que se acabaría convirtiendo en una de las mejores sagas del cine, tanto por la acción, como por el suspense.
Es curioso ver la evolución de esta saga en retrospectiva, desde Fallout estrenada en 2018, hasta esta primera entrega estrenada en 1996. Se puede entrever una estructura, cuanto menos similar, que marcó la primera y que siguieron las siguientes, con mayor o menor flexibilidad, y con una tendencia clara de ir mejorando la acción en cada película, manteniendo en la trama el Mcguffin de turno. La receta de esta estructura es sencilla, pero entretenidamente efectiva:
Una trama de espías bien hilada, vista en su mayoría desde la perspectiva del protagonista.
Un reparto perfecto para cada papel.
Gadgets de espías molones.
Una de las mejores bandas sonoras del cine.
Escenas de acción espectaculares.
Si hay algo en especial que distinga a la primera de Misión Imposible de las secuelas, además de innovar con la fórmula, es que dedica más importancia a la parte de intriga que el resto, que fueron centrándose en mejorar las escenas de acción llegando al nivel de la excelencia. Esto no quiere decir que no haya lugar para la acción, la hay y de la buena, pero en menor cantidad, reservada para cuando la trama lo requiera de manera casi inexorable.
En definitiva, una gran película que marcó un estilo, y dio pie a una gran saga (quitando, claro, Misión Imposible 2, hagamos como que eso nunca pasó). Brian de Palma, Tom Cruise y compañía crearon un personaje icónico sentado en el olimpo de los grandes junto a James Bond o Jason Bourne, y todo empezó con esta película.
La película funcionó muy bien en taquilla, poniendo a Tom Cruise en el centro del mapa de Hollywood, si no lo estaba ya, pero tuvo mala recepción por parte de la crítica; quizás por la libre adaptación del material original, o quizás, según se dice, porque la película no funcione ni en el suspense ni en la acción, con una trama demasiado rebuscada, y un Tom Cruise sacando pecho demasiado a menudo. Aun así, fue más que rentable, y empezaron las secuelas de la que se acabaría convirtiendo en una de las mejores sagas del cine, tanto por la acción, como por el suspense.
Es curioso ver la evolución de esta saga en retrospectiva, desde Fallout estrenada en 2018, hasta esta primera entrega estrenada en 1996. Se puede entrever una estructura, cuanto menos similar, que marcó la primera y que siguieron las siguientes, con mayor o menor flexibilidad, y con una tendencia clara de ir mejorando la acción en cada película, manteniendo en la trama el Mcguffin de turno. La receta de esta estructura es sencilla, pero entretenidamente efectiva:
Una trama de espías bien hilada, vista en su mayoría desde la perspectiva del protagonista.
Un reparto perfecto para cada papel.
Gadgets de espías molones.
Una de las mejores bandas sonoras del cine.
Escenas de acción espectaculares.
Si hay algo en especial que distinga a la primera de Misión Imposible de las secuelas, además de innovar con la fórmula, es que dedica más importancia a la parte de intriga que el resto, que fueron centrándose en mejorar las escenas de acción llegando al nivel de la excelencia. Esto no quiere decir que no haya lugar para la acción, la hay y de la buena, pero en menor cantidad, reservada para cuando la trama lo requiera de manera casi inexorable.
En definitiva, una gran película que marcó un estilo, y dio pie a una gran saga (quitando, claro, Misión Imposible 2, hagamos como que eso nunca pasó). Brian de Palma, Tom Cruise y compañía crearon un personaje icónico sentado en el olimpo de los grandes junto a James Bond o Jason Bourne, y todo empezó con esta película.
