Haz click aquí para copiar la URL
España España · malaga
Voto de alcaide:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras. Acción La malvada Primera Orden se ha vuelto más poderosa y tiene contra las cuerdas a la Resistencia, liderada por la General Leia Organa (Carrie Fisher). El piloto Poe Dameron (Oscar Isaac) encabeza una misión para intentar destruir un acorazado de la Primera Orden. Mientras tanto, la joven Rey (Daisy Ridley) tendrá que definir su futuro y su vocación, y el viejo jedi Luke Skywalker (Mark Hamill) revaluar el significado de su vida. (FILMAFFINITY)  [+]
15 de diciembre de 2017
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 7 de Noviembre de 1977, se estrenaba en España el Episodio IV de Star Wars, conocida por aquel entonces, en una traducción evidente, que se extendió durante varias décadas, como La Guerra de las Galaxias, título emblemático, que dio inicio, con el mayor de los éxitos, a la que seguramente, es La Saga más famosa e influyente de la historia del Séptimo Arte.

Han pasado nada menos que 40 años, y tras atravesar varias etapas, que han incluido algunos momentos para la decepción, podemos afirmar que el culto generacional sigue intacto, incluso para aquellos que se rasgan las vestiduras, y son los primeros en obtener sus butacas de estreno, buscando conectar, en algunos casos, con su yo infantil y juvenil, sin darse cuenta que ese júbilo, por los simples avatares de la vida, pudo haberse esfumado ya hace algunas décadas.

El inicio de una tercera trilogía, pese al buen hacer de J.J. Abrams tras la cámara, supuso una brecha entre creyentes, para muchos, no faltos de razón, todo resultaba demasiado fácil y previsible. Para el resto, cabía defender su valor emocional, y las sorpresas, cuidadosamente insertadas en momentos clave de un film, al que tanta controversia no sentaba nada bien, haciendo evidente la necesidad de un urgente cambio de dirección.

Es así, como Rian Johnson, responsable de trabajos contrastados como Brick o Looper, se sube a la silla de mando, con un control que incluye labores de guionista en solitario, para perpetrar la mayor sacudida en la fuerza que haya experimentado jamás la franquicia, ignorando de base, toda una serie de locas teorías, y convencionalismos varios, para asumir un enfoque distinto y absolutamente innovador.

Con gran entusiasmo, a Johnson le mueven dos objetivos, que transitan de la luz a la oscuridad, el primero es recuperar el tono más primario de Star Wars, aspecto que invade la primera mitad de este Episodio VII, con escenas que pueden sorprender, por lo arriesgado de su exposición, al fan más curtido de La Saga. Una vez ejecutada la maniobra de distracción, como evidente declaración de intenciones, el film reduce la intensidad de su llama más frívola, y dibuja un nuevo escenario, sobre el que despliega un portentoso aparato visual, en el que se suceden una serie de acontecimientos, llamados a ocupar un merecido lugar de privilegio, entre los mejores momentos jamás rodados para tan particular universo galáctico.

Imposible obviar en el reparto la presencia de Mark Hamill, suyo es el dominio de la escena, bien acompañado por la ya siempre legendaria Carrie Fisher, a la que une serenidad y experiencia, en contraste al esfuerzo de los más jóvenes Adam Driver y Daisy Ridley, entregados con mayor responsabilidad a sus respectivos roles. Completan unos solventes John Boyega y Oscar Isaac, limitados a ese plano secundario, que en algo más que puntuales ocasiones, toma el protagonismo de la historia.

Finalmente, mientras las notas del maestro John Williams se hacen omnipresentes, y recuerdan que es imposible comprender esta religión sin su batuta, se hace bastante evidente que ni la Disney, ni el fantasma de George Lucas en croma, pueden hacer sombra a la buena salud de un producto que siempre se las apaña para renovar la fe, pese a sus evidentes defectos de forma y sus excesos, todos ellos inherentes, por otra parte, a lo que se espera y se disculpa en una Space Opera.
El cine se mide por el entusiasmo que una obra genera en el público, y sobre esa base, poco o nada de puede reprochar a un Rian Johnson, que ha sabido construir un vibrante vehículo de aventuras al que puede sumarse cualquiera, veteranos y nuevos creyentes, sobre una causa de la que bien podríamos decir, avanza hacia una realidad en la que seguramente, y como suele ocurrir siempre con el paso del tiempo, los últimos en llegar serán los primeros.



<Lee esta crítica, y mucha más, en Fusion-Freak.com>
alcaide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow