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España España · salamanca
Voto de chigraca:
9
Drama En la Roma de la posguerra, Antonio, un obrero en paro, consigue un sencillo trabajo pegando carteles a condición de que posea una bicicleta. De ese modo, a duras penas consigue comprarse una, pero en su primer día de trabajo se la roban. Es así como comienza toda la aventura de Antonio junto con su hijo Bruno por recuperar su bicicleta mientras su esposa María espera en casa junto con su otro hijo. (FILMAFFINITY)
2 de junio de 2008
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que la clave de la película reside en el personaje del niño. Es el verdadero protagonista y simboliza a toda la generación nacida en la posguerra italiana.
El niño acompaña a su padre durante todo su periplo y en cada escena aprende algo. Aprende que hay que ser resuelto para salir adelante y serlo más que los demás. Es curioso que el niño tropieza en un momento dado y justo tras levantarse pasan rápidamente unos ciclistas por el lugar donde estuvo tendido en el suelo. Hacia el final de la película unos coches está a punto de atropellarle. Ambas secuencias son, a mi modo de ver, mensajes encubiertos: "si te paras, te pisan". También funciona en este sentido la secuencia en la que el niño es acosado por un señor (que exhibe una conducta aparentemente pedófila).
El niño aprende también que la gente desesperada se aferra a lo que puede. Puede ser la iglesia (que visitan al perseguir al anciano), una vidente (que visitan también) o el fútbol (que se cruza un par de veces en la historia).
Otra cosa que el niño aprende es que, en tanto que su padre le proporciona un afecto inconsistente, quizá no sea merecedor de cariño (es decir, desarolla una baja autoestima). Tan pronto su padre le coloca un bocadillo en su bolsillo del mono como le pega un tortazo, tan pronto le invita a un restaurante como le grita y le da órdenes, etc.
También aprende que el mundo está lleno de desalmados y que, al menos en tiempo de crisis, es difícil encontrar ayuda. Las personas roban bicicletas, se niegan a ofrecer auxilio, encubren a malhechores, etc.
Todo ello le marcará de por vida. A él y a toda una generación. La pregunta es qué pasará con esa generación en el futuro. Pues, parece obvio, serán igual o más desalmados que los adultos que los rodearon. Cómo podría ese niño superar las circunstancias que rodearon su desarrollo y convertirse en una persona de bien? Es casi imposible. Creo que ése es el mensaje central de la película.
Creo, además, que nada está dejado al azar (incluso aunque haya surgido de forma espontánea, algo esperable del estilo neorrealista). A mi juicio todas las escenas, por irrelevantes que parezcan, sirven al mismo objetivo: configurar un escenario en el que hay un niño que observa, participa, trata de entender y, de paso, forja su personalidad.

Chigraca
chigraca
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