Ay, Japón... Nunca dejarás de sorprenderme. Desde el mismo país que creó el hentai, ahora llega Batman luchando contra sus villanos más famosos en la Japón feudal. Si ya de por sí os parece una locura la premisa, eso es porque no habéis dado una oportunidad a la película, porque entonces os parecería lo menos loco de todo esto. Creo que será mejor que vaya directo al lío.

Como ya he dicho antes, la sinopsis es básicamente Batman que a través de un aparato de Gorilla Grodd es transportado al pasado, dónde con ayuda de aliados (tanto nuevos como antiguos) tendrá que hacer frenta a algunos de sus villanos más icónicos para evitar que estos alteren la historia. Y eso es todo básicamente, la película durá mas bien poco y contar más sería spoilear demasiado en mi opinión.

Voy a quitarme de enmedio una cosa antes de empezar todo el tema de la locura y es sobre el diseño y la animación. En general, es bastante bueno, con una mezcla entre modelos 2D y 3D que funciona bastante bien. Esto se nota sobre todo en las escenas de peleas, donde la fluidez y los movimientos del personaje hacen que sean espectaculares y que sean una delicia visual. Sin embargo, tengo mis reservas de este mismo diseño cuando no hay una pelea de por medio, donde noto las caras y expresiones faciales raras.

Pero vamos a la chicha. Batman es el caballero oscuro, el héroe que la ciudad necesita, un hombre que ha perdido a sus padres y lucha contra el crimen de Gotham como un encapuchado disfrazado de murciélago. Es un superhéroe que pide a gritos un tono sosegado y oscuro (ahí tenemos a Nolan). Bueno, pues Junpei Misuzaki básicamente coge esto y se lo pasa por los huevos para crear una historia que es tan alocada que es difícil creer que estamos hablando del mismo superhéroe. ¿Es diferente? Si, y además es una propuesta bastante original que se ve favorecida por su animación. ¿Funciona? Bueno, depende de lo que estés dispuesto a aceptar porque hay ciertos momentos que son completamente rídiculos (cuando veáis a Bane aparecer y la batalla final os acordaréis de esta frase).

Batman Ninja camina sobre la línea entre lo guay y lo rídiculo como si fuese un trapecista muy torpe que a cada paso que da se cae hacia uno de los lados y se vuelve a incorporar. Lo que no sabes es para donde se va a caer en la siguiente pisada. Es una película tan loca y tan poco parecido a lo último que hemos visto en cine de Batman que cuesta una barbaridad tomarsela en serio, llegando en momentos hasta la incredulidad pura y dura. Es una propuesta curiosa y oye, si te dejas llevar no está tan mal, pero mi credulidad tiene un límite y esta película a veces se va demasiado.