La trama enfrenta a dos policías con perfiles totalmente opuestos. Por un lado, Miguel Vargas, joven, honesto, civilizado y racional, y por otro, el capitán Hank Quinan, repelente, lleno de prejuicios y amoral.
La historia se desarrolla de forma enérgica, con una plasticidad y ritmo que se entremezclan en una simbiosis espectacular, formando un potente entramado de estilo shakespeariano y un barroquismo sobrecogedor.
Sencillamente fascinante y perturbadora de principio a fin, conjugando a la perfección talento narrativo y destreza visual.
Un film inigualable, de una calidad técnica sublime, cargada de matices y hallazgos que nutrirán al cine por y para siempre.
Sería un pecado no mencionar la importancia en esta cinta de la banda sonora y la fotografía en blanco y negro de corte expresionista para deleite del espectador.
Deslumbrantes actuaciones con Charlton Heston, Janet Leight, Marlene Dietrich y el propio Welles a la cabeza.
Obra maestra de inagotable poesía, un prodigio de técnica cinematográfica.
Una auténtica lección de cine.