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Chile Chile · San Antonio
Voto de Taffeta:
3
Acción. Thriller. Intriga Tercera entrega de las aventuras del agente Jason Bourne, que sigue investigando quién es y qué hay realmente detrás del programa secreto de la CIA llamado Treadstone. Un reportero británico de "The Guardian" le pone sobre una nueva pista facilitándole el nombre de Blackbriar. Bourne dará con él en Londres, en un intento de encajar las últimas piezas de ese pasado que él aún intenta recuperar. (FILMAFFINITY)
17 de septiembre de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aviso desde antes: esta crítica habla por toda la saga.

Yo no tenía ni el más mínimo interés por ver esta trilogía. Lo que me empujó a hacerlo fue Tommy Lee Jones, quien apareció en la cuarta, estrenada este año. Para poder ver "Jason Bourne" sin estar como pollo descabezado accedí a adentrarme en esta "obra maestra del cine de espionaje" y esto no me resultó para nada gratificante.
Las tres me parecen iguales, ninguna es mejor ni peor que la otra. Todas son malas, epilépticas y odiosas, con una cámara hiperkinética, personajes con un desarrollo muy pobre, interminables persecuciones, acrobacias, peleas y muertes. Y las tres tienen exactamente el mismo desarrollo. Ver una es verlas todas.
Jason Bourne, el protagonista de esta saga, fácilmente podría estar en el podio de los personajes más desagradables del cine. Es antipático, cascarrabias, insensible e increíblemente violento. Le dicen que tiene el auto mal estacionado y al tiro se pone a pegar, le gritonea a los que lo están ayudando, nunca agradece nada, las muertes de sus cercanos le importan un comino, llega y se mete a las casas de los demás, para él solo cuentan sus deseos y lo peor es que reniega de su naturaleza. Vaya protagonista.
Su única debilidad (que la supera a lo largo de la saga) es su amnesia, pero aparte de eso, es un ser totalmente sobrehumano: cae de alturas, recibe golpes con palos y fierros, se pega 100 choques de autos, y no le pasa absolutamente nada: no sangra, no se quiebra, no siente dolor, se para y sigue peleando como si nunca pasara nada. Y eso es bastante molesto.
Los demás personajes aparecen muy poco, y a pesar de todo el desfile de caras y nombres cumplen todos el mismo arquetipo: mujer blanca honesta, asesino multiétnico implacable y jefe viejo blanco corrupto. Más unos pocos palos blancos que solo están para morir.
¿Donde está la idea revolucionaria? no lo sé. Yo no vi nada fascinante ni extraordinario. No volvería a ver esta saga en mi vida, y no se la recomiendo a nadie.
Taffeta
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