Aquí nació la mítica saga de acción que aún sigue ofreciendo entregas, y, por mí, que siga mientras no baje su nivel. Desde 1996 ha llovido, y lo cierto es que se nota en algunos efectos especiales. Sin embargo, esta primera parte tiene más de thriller que de película de acción, por lo que esas carencias visuales no llegan (por suerte) a estropear el visionado. Un visionado, por cierto, que no alcanza las 2 horas de duración, algo muy raro de ver en este género. Destaco el suspense que se respira en las mejores escenas, el montaje de todo el pasaje del robo en la sede de la CIA, la buena labor de algunos actores del reparto y, por supuesto, la icónica música de Lalo Schifrin, la cual se ha vuelto uno de los temas principales más populares del cine de acción. Se nota que Tom Cruise quería hacer la película, ya que se le ve muy metido en su papel, y de hecho, está bastante inspirado. Poco más que añadir al respecto, lo siento, pero no se me ocurren más cosas. Un film que fue el pistoletazo de salida de una franquicia que ha sabido mantenerse durante todos estos años, lo que es muy meritorio.