Tras la cutre "Crepúsculo" y la terrible "Luna nueva" llega "Eclipse", que carece del -ya de por sí escaso- impacto de la primera, pero, por lo menos, también de la vergüenza ajena originada por la segunda (aunque se sigue forzando el suspiro femenino con la mayoría de los planos, lo cual resulta bastante cansino).
Uno de los problemas de esta película es que da la impresión de que no ocurre nada: empieza, se desarrolla, termina y olvidas si ha ocurrido o no algo. Los complejos pensamientos de los personajes no son en ningún momento transmitidos y el vulgar guión no ayuda a entender mejor nada. Temas transcendentales como la eternidad del amor o la inmortalidad se tratan de un modo demasiado barato para tomarse al film en serio.
Los efectos especiales, por su parte, siguen sorprendiendo por su estilo serie B, algo insólito para una de las sagas más taquilleras de la historia del cine (por deprimente que suene admitirlo).
En resumen: la película no aporta absolutamente nada, pero tampoco decepcionará a los amantes de esta saga barata.