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Trinidad y Tobago Trinidad y Tobago · Cowboy zángano al que llamaban
Voto de OpaqueeyeS:
8
Fantástico. Aventuras Cuento medieval con brujas, enanos y poderes mágicos. En las mazmorras del castillo de la hechicera y malvada reina Bavmorda, una prisionera da a luz a una niña que, según una antigua profecía, pondrá fin al reinado de la hechicera. La comadrona intenta salvar a la niña de la ira de Bavmorda, pero, alcanzada por los perros de presa del castillo, no tiene más remedio que arrojar la cuna al río. Gracias a la corriente, la cuna llega a un ... [+]
17 de junio de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay algo en el cine que es incontrolable y también muy hermoso; se trata de la percepción, y aunque a priori ésto pueda parecer algo pedante me estoy refiriendo a eso que hace que algunas películas pasen a ser parte de una persona, como lo hacen ciertas vivencias o los viejos amores.

Hay críticos que pueden aportar todas las evidencias académicas para demostrar que una película no tiene ritmo, o tensión dramática, o que simplemente un actor echa a perder el trabajo de muchos meses a causa de un productor incompetente.
Ahora explícale a un niño todo eso, pero antes pregúntate si estás explicando o si le estás proyectando aquello que crees haber aprendido de este noble arte. Desde luego hay una diferencia muy clara, y es que mientras tú crees saber lo básico, en el caso del más humilde, a cerca de este embrollo del séptimo arte, ese niño está fascinado por aspectos que seguramente no abarque tu discurso, sin preguntarse lo que es correcto o no.

A base de películas y más películas nos creamos, en base a nuestras referencias culturales, a nuestros líderes de opinión y a nuestra ideología, un paladar cinematográfico con el cual distinguimos una película “buena” y una película “mala”.
Ahora pido a todos esos que, como yo, creen tener un sólido criterio en lo que respecta al cine que piensen en una de esas tantas películas que les fascinaron un día y que, tras volverlas a ver, descubrieron que eran un desperdicio… con cierto encanto, pero desde luego impropias para un entendido. Esa vergüenza similar a la de reconocer que éste o aquella compartió contigo un momento muy especial.

Lo que quiero decir es que la capacidad de sorpresa va desapareciendo con la edad (aunque, ciertamente, una sorpresa inesperada vale por mil) y que los primeros contactos de una persona con el cine son muy importantes e influyentes. Yo, por mi parte, me siento muy orgulloso de haber crecido con “Willow”, “Oz, un mundo fantástico”, “La Guerra de las Galaxias”, “Dentro del laberinto”, “La princesa prometida”, “Indiana Jones” e incluso “Dos tontos muy tontos”… claro, nunca os iba a decir otras menos cinematográficamente correctas como “El guardián de las palabras”, “Tres pequeños ninjas”, o valga la redundancia “Las tortugas ninja III”.
OpaqueeyeS
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