Nos encontramos ante dos historias que, pese a poder estar del todo unidas, la deficiente realización ha dejado demasiado separadas una de otra. Por un lado, la historia de amor entre el poli y la cyborg; por otro, la acción correspondiente al cyborg malo. Comienza con buena acción, y hasta el final que no regresa podemos llegar a aburrirnos muchísimo con las andanzas del poli en busca de prolongar la vida a su cyborg, y a perdernos en las muchas lagunas del guión. Los efectos especiales a veces se ven muy reales, y otras más falsos que cien euros del caudillo. Las interpretaciones son muy correctas (en especial la del amigo del poli), y la fotografía justita y poco más.
Realmente: entretiene, pero deja la amarga sensación de que esos mimbres, en otras manos, hubiesen dado para muchísimo más. Pero de ahí a calificarla de diez, como tantos se le ven puestos, dista un universo.