Enfrentarse a la dificultad del Islam en Europa en lenguaje cinematográfico es complicado, hacerlo con este tipo de humor es brillante. A través de situaciones tan críticas como surrealistas, "Oriente es Oriente" hace reflexionar no sólo acerca de las diferencias culturales de esta familia pakistaní respecto a sus vecinos ingleses, sino también una diferencia generacional entre un padre y sus hijos, quienes mantienen una guerra abierta en la que se interpone la figura materna.
¿Por qué ver "Oriente es Oriente"? Porque es divertida, ingeniosa y crítica. Porque hace reflexionar acerca de nuestra visión del otro, por la dicotomía que sufre el el personaje principal, por esa media taza de té...