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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
7
Drama. Romance A mediados del siglo XIX dos hermanas se enamoran del mismo hombre. En la carta que el pretendiente envía a sus padres se confunde de nombre, y pide la mano de la hermana equivocada, lo que cambia el destino de los tres. (FILMAFFINITY)
16 de julio de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Melodrama de época, con una historia arrebatadoramente romántica en un entorno exótico como era la Nueva Zelanda de los maoríes, éxito en su tiempo, con magníficos ingredientes como una portentosa dirección de Saville, unos efectos especiales deslumbrantes y un arrebatador Van Heflin, sin embargo ha caído en el más injusto olvido.

No olvidemos a Van Heflin. Un actor casi siempre relegado a papeles secundarios, un rostro difícil, capaz de transmitir todos los sentimientos con un arqueo de ceja, que siempre atesoró la energía y la capacidad para conseguir que sus interpretaciones cautivasen y fuesen siempre las más recordadas de los filmes en los que intervenía. Ha sido el mejor Athos del cine, el padre abnegado de "Raíces profundas" y o los grandes papeles en el film "Patterns (El precio del triunfo)" o el "Tren de las 3:10 a Yuma". En "La calle del delfin verde", roba los planos a la pareja protagonista (una Lana Turner con la que repetiría años después) cuando él aparece, encarnando a un hombre duro, que se viste por los pies, sobreviviendo a las vicisitudes que les ocurren en una exótica Nueva Zelanda. Un personaje que nos retrotrae a otro tipos duros y románticos, al Bogart de "Casablanca", o al Rhett Butler de "Lo que el Viento se llevó". Magistral y poderosa interpretación, como no podía ser de otra manera.

Si Van Heflin es lo más destacable en este filme, Victor Saville en la dirección sorprende, por su solidez en la realización, el inteligente empleo de luces y sombras, sus encuadres, el juego del vidrio pintado, capaz de evocar poderosas e irreales arquitecturas. Y destaca también en la dirección de actores, con un gran trabajo en la línea de los clásicos europeos como Ophuls o Sirk. Resulta llamativo como Ophuls rodase "Carta a una desconocida", su obra más magistral, un año después de la que nos ocupa. Ambas coinciden en una historia folletinesca, quasi irreal, pero tremendamente bella, romántica y emotiva. Sin embargo, nadie recuerda a Saville y a esta obra, quizás un olvido tremendamente injusto.

Y luego está el gran trabajo técnico, merecedor del Oscar a los efectos especiales. La recreación del terremoto y de la inundación posterior es, simplemente, insuperable. Excelentemente documentada, con fumarolas, chimeneas de barro, geyseres, caos y destrucción, es, quizás, una de las mejores recreaciones, por su aparente realismo, de los efectos devastadores de un terremoto. Sigue impresionando ver estas escenas con 70 años de antigüedad.

La excelente ambientación y el rico vestuario redondea la exquisitez del filme.

Van Heflin, Lana Turner, Saville, terremotos, romanticismo desbocado y exotismo. Un gran filme que nadie recuerda. Que pena.
Quinto Sertorio
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