Entretenida y muy divertida. Pero tiene un algo que no termina de convencerme. Me explico. Ese entorno de instituto actualizado al siglo XXI en el que se mueve Peter Parker, cambiando orígenes, personalidades de personajes secundarios esenciales en el desarrollo del personaje en los comics... etc, me parece muy alejado del original, me descuadra completamente. Y aunque estoy a favor de la libre adaptación de un medio a otro, hay premisas básicas que pienso hay que respetar. Parker se mueve entre un grupo variopinto de Nerds a lo “The Big Bang Theory”. ¡Demonios, si hasta Flash Thomson es un repelente nerd ricachón en lugar del clásico capitán del equipo de football!. Es demasiado universo Ultimate, y los que lean cómics me entenderán.
Tom Holland es un Spider-man en su etapa de instituto perfecto, una extensión de lo que ya vimos en “Capitán América: Civil War”. Michael Keaton como Buitre cumple. El papel tampoco da para un lucimiento extremo, pero siempre es un placer verle hacer en pantalla. No es el típico villano de “yo soy malo porque sí”. Tiene su propia motivación y desarrollo interior a lo largo del film. Es un superviviente.
Aunque no me guste ese entorno que rodea a Spider-man, reconozco que es un soplo de aire fresco para la franquicia. Por suerte no nos cuentan lo mismo por millonésima vez. Ya todos sabemos que a Parker le picó una araña. Que tenía un tío, de nombre Ben que se convirtió en su referente moral con la ya mítica frase: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. En ese sentido todo un acierto quitarse todo este peso para mirar hacia adelante, que no haría otra cosa sino lastrar un nuevo arranque del hombre araña.
Por otro lado, la película se engloba completamente dentro del Universo Ccinemático Marvel. Con continuas referencias a los Vengadores, Capitán América, Iron Man... etc
pd.. La escena postcréditos es de las mejores que he visto en Marvel posiblemente desde la aparición de Thanos por primera vez. Merece la pena esperar.